
Los chicos comenzaron sus vacaciones. La enana me acompañó a hockey (se portó como una lady) y el peque se fue a la casa de un amigo del jardin.
En un pueblo chico no hay muchas opciones cuando el tiempo está feo (como ahora) así que hay que agudizar el ingenio.
Mañana iremos a la bibliotequita infantil, donde hay unos libros lindísimos y también juegos de mesa.
Si puedo el miércoles me ayudarán a hacer pancitos caseros, nada mas terapéutico que la masa.
Jueves y viernes, lo que pinte...
Ellos disfrutan de su tiempo libre, el levantarse mas tarde, el quedarse a almorzar con sus padres y la cercanía de un viaje que los llena de ilusiones.
La semana que viene partimos a Mardel, allí se encontrarán con sus primos y tendrán una buena cuota de abuelos y tíos.
Me encantan las vacaciones, siempre me gustaron...