El miércoles pasado amanecimos ante un paisaje desconocido por estos lares. El servicio meteorológico local indicaba -16 º de sensación térmica, unos copos pequeños y rebeldes primero y grandes y decididos luego, fueron dejando el jardín con un manto blanco.
Si, estaba nevando!! Cuántas veces les había hablado a los chicos de aquel día de agosto del noventa y pico, cuando Mar del Plata se cubrió de nieve!! Ahora lo podían ver y sentir en carne propia.
El perro no entendía nada, pisaba y sus patas se hundían en esa espuma blanca. El viento arremolinaba los copos y los depositaba en los rincones.
Vamos chicos, despiertensé!! Está nevando!! Miren!!
Qué nos ponemos?? A ver... botas de goma, guantes, bufandas, gorros y campera impermeable. a jugar en la nieve!! Dale enana, vení que te doy la mano!
Toquen qué suavecita es...
Miren el perro como corre y salta por el jardín!

Es momento de hacer un muñeco de nieve, a juntar todos!! (Claro, después miraba todos los jardines con sus muñecos y pensaba: por qué no se nos ocurrirá nada más que un pavo muñeco gordo, con brazos de ramas y nariz de zanahoria. Por qué no un lobo marino, como los de la rambla de Mardel, o una rana gigante, que se yo, pero ni uno por ahí, todos eran los muñecos tradicionales)
La nieve trajo alegría, muchas fotos y comentarios por doquier. Que bueno que cada tanto estos fenómenos nos permiten compartir cosas nuevas con los chicos.

Del barro de los días siguientes ni me hablen, los pisos sucios por tres días, la ropa de los chicos imposible de pasar cualquier prueba de la blancura, el frío persistente, taladrante.
Pero bueh, nos quedó como cosa pendiente tirarnos por la loma cerca del Parque de Paz, con algún culipatin improvisado, aunque emprender esa expedición con el auto casi sin frenos y las gomas lisas, hubiera sido un acto de suicidio más que una buena idea.
Nevó en mi ciudad. ¿Quién dijo que todo está perdido?? (y me acuerdo de los del campo que recibieron con la nevada el equivalente a 100 mm de lluvia).