miércoles, febrero 25, 2009

La Compañía - Parte II

Ratas con cara de humano que robaban las facturas de celular, era demasiado increíble como para darle crédito a las palabras del chico pero había algo en sus ojos, en su voz, como de terror y revelación que hicieron que D. no las descartara por completo.
Siguió con sus preguntas ese día y comprobó que eran muchas las personas perjudicadas por la Compañía.
Averiguó ante los organismos de Defensa del Consumidor cuáles eran sus derechos y si podía iniciar un reclamo colectivo. Pensaba sumar voluntades para no ser un hombre más del otro lado, peleando contra el gran molino de viento.
Una noche, mientras repasaba unos papeles en la cama, algo que recordó lo hizo sobresaltar.
La Compañía tenía un departamento de investigación, donde estudiaban el uso prolongado de las microondas. Los animales elegidos para esta serie de pruebas eran ratones. Luego se dijo que probaron con seres humanos, que les pagaban importantes sumas de dinero a aquellos "conejillos de indias". Mas tarde hasta se mencionó que utilizaban indigentes, pero esto fue rotundamente desmentido por la firma.
-¡Noo, no puede ser!, dijo D. riéndose de su propio pensamiento.
-Pero si hubiesen perfeccionado el mecanismo... si dentro de ese departamento hubo alguien que pensó a futuro en una forma oculta de aumentar las ganancias de la empresa... ¡Basta D.! Es hora de dormir, ya pienso pavadas.
Al día siguiente fue a trabajar como siempre pero una desinfección no programada hizo que saliera más temprano que de costumbre.
Decidió llevar las planillas y volver al barrio donde había iniciado su investigación, para convencer a los vecinos de sumarse a su iniciativa de reclamo.
Pasaban pocos minutos de la 1 de la tarde, el sol de enero golpeaba su cabeza, calentaba el asfalto y lo hacía empaparse de transpiración. En las veredas no había chicos jugando, tampoco señoras con sus quehaceres de limpieza.
Los autos estaban todos estacionados, ninguno transitaba en ese momento por la calle Hornos.
A lo lejos vio al cartero que, en bicicleta, repartía las cartas y facturas. Reconoció el logo de la Compañía en una de ellas y como quien divisa a su presa, se quedó inmóvil con la vista fija en la factura. Esta había quedado enganchada en el portón de una casa modesta, con un lindo jardín en su frente.
No lo vio llegar, no escuchó el ruido de su bicicleta pero si sintió el tirón en su remera y reconoció el mismo pelo colorado y esos ojos tristes.
-Preste atención, ahora salen...¡por ahí!- señaló el chico de la revelación.
-¿Dónde, no veo nada?- dijo D. mirando más al chico y su mano extendida que al lugar que le indicaba.
De una piedra dentro de un cantero en la vereda aparecieron cuatro o cinco animalitos que treparon con una habilidad increíble por el portón y ayudándose con sus manitos liberaron la factura del portón.
-¡Hey!- le salió gritarles.
En eso uno de ellos volteó y pudo ver su rostro humanoide, tal como lo había descripto el niño. Increible. Tenía cola y pelo como una rata grande pero sus patas delanteras terminaban en unas perfectas manitos humanas. Y su cara...D. no pudo describir luego con exactitud ese gesto, pero era como una mirada desafiante, pendenciera, casi burlona.
Desaparecieron con la factura por el mismo lugar por donde salieron.
Hasta allí fueron D. y el chico. Tras levantar la piedra solo encontraron un pequeño agujero. Cavaron un poco pero el agujero se transformaba en un túnel como el de las hormigas. Imposible saber a dónde dirigía.

CONTINUARÁ...

15 comentarios:

zorgin dijo...

hay que decirle a D. que se espabile un poco si quiere ganarles..., disculpe, tengo que revisar unas piedras que hay en el frente de mi casa y vuelvo

Chiru dijo...

wow, no me imaginaba así eh???

lo sigo zorgin... me acompaña después a la mía...

Luisa dijo...

aiiii que miedoooo...no se olvidarán el martillo bolita de Duda para entrar al agujero ¿no?...
(menos mal que no sabías cómo iba a seguir el cuentito ¿ehhh??, qué si no!!)
un beso campeona!!
Va muuuy bien.

zorgin dijo...

si si..., pero no empujen...

Pablo dijo...

El viejo truco de la piedra en el cantero; cómo no se me ocurrió. Dosto, ¿sabés si también se roban las medias del cajón, a razón de un ejemplar por par? Siempre sospeché eso.

Dosto dijo...

Zorgin, yo que usted reviso tambien por otros rincones de su casa...

Chiru, viste que uno nunca sabe con lo que se va a encontrar?? ;)

Luisa, pedíselo a Duda, a lo mejor da resultado!! Chas gracias!

Zorgin, es que usté es muy corajudo.

Pablo, los de las medias del cajón son unos gnomos de sobrero verde, que se divierten dejando a las medias sin su par. Suelen entretenerse también con cucharitas, sobres en blanco, biromes y esas cosas. La diferencia radica en que estos gnomos son más inocentes y bromistas.

zorgin dijo...

a ver si ponemos un poco de orden, los azules con aspecto mezcla de ratilla y pitufo son los de la Cia., los verdes son los que se afanan las cosas tipo, medias, cucharitas, y demás y nos hacen correr tras los arcoiris en busca del caldero con las monedas de oro y los que cambian de lugar las cosas, como las llaves y los anteojos..., esos cuales son???

Dosto dijo...

Uyyy, Zorgin, usted los tiene a todos en su casa!!
Le sugiero que consulte el gran libro gordo de genealogía de seres mágicos, o directamente en interné, vio que ahora todo está ahí...
Eso sí, no lo consulte con su doctor porque le mandará unos señores de blanco que irán a visitarlo.

Julieta dijo...

Qué buena está tu historia ,creo plenamente en esos pequeños seres que se roban las facturas y también pienso que están de acuerdo con la máquina que atiende cuando uno llama para reclamar...

Luisa dijo...

con el comentario al bueno de Zorgin, me hiciste recordar un libro que le regalamos a Mauricio hace años que se llamaba: "Bestiario. El libro de los seres que nunca han existido". Precioso, lo sigue teniendo, con ilustraciones y pequeños extractos de las historias que los crearon...seres mitológicos, de leyendas, de cuentos, de historias.
los calcetines impares me dan a pensar que alguien o algo, se alimentan de ellos...por más que busco nunca encuentro el par que falta. Ayer conté cerca de 14 pares sueltos...

Dosto dijo...

Julieta, claro, están de acuerdo!!
;)

Luisa, esos pares sueltos jamás encuentran su igual, no se qué agujero negro se los traga.
Besotes!!

La otra parte de mí dijo...

mmmm la realidad a veces supera a la ficción..veremos el to be continued..

Dosto dijo...

si, La Otra Parte, creo que ampliamente la supera!!

Caro dijo...

Quiero saber yaaaaaa jajajjaja

Dosto dijo...

Bueno Caro, ya se viene la continuación!!!