Esa pregunta es la que se hace constantemente el Doctor Abel Albino, especialista en nutrición infantil, quien en una conferencia que brindó en mi ciudad, instó a los ciudadanos a comprometerse para lograr sacar esta Nación adelante.
Aquí les dejo una partecita de la nota que le hicimos. El doctor es un capo en biología molecular, especialista en desnutrición infantil, ha creado diversos centros integrales de nutrición en distintos puntos del país y como los grandes médicos argentinos, rechazó ganar fortunas en el viejo continente para tratar de hacer algo por su país, por su gente.
El extracto:
“Creo que debemos tener un objetivo común, como habitantes de la República Argentina, sobre todo en temas que hacen a la riqueza de la Nación. Se han cometido errores, pero hay que amar al errado y odiar el error”.
Fernando Mönckeberg dice que la mortalidad infantil es un indicador directo de desnutrición. “Nosotros tenemos un 17 a 20 por mil de mortalidad infantil y debemos andar en esa cifra en cuanto a desnutrición7 minutos 20 segundos. Si la comparamos con Bolivia estamos bien, si la comparamos con Chile, estamos muy mal, siendo Argentina un país mucho más grande que el país vecino”.
“En un país africano, faltan alimentos y muere gente de hambre, esto es una realidad, un hecho trágico. Pero en un país que produce alimentos para 300 o 400 millones de habitantes y puede producir mucho más no hay hambre, porque hay alimentos, lo que hay es desnutrición, por desinformación, por falta de educación, por una crisis moral, que hace posible que ese chico esté desnutrido”, dijo Albino.
La desnutrición ataca fundamentalmente a niños menores de 6 años porque depende de terceros que no tienen los medios y la educación suficiente para dar de comer a esos chicos.
“No existen papeles pequeños, existen actores mediocres, hay que trabajar con el corazón. El Gobierno solo no puede, las ONG tampoco, debemos juntarnos con la sociedad y trabajar en conjunto. Tenemos la obligación moral de que cada niño pueda desplegar su potencial genético para que tenga igualdad de condiciones. Es una cuestión de prioridad política, nuestro país fue un gran país cuando se dijo que `gobernar es poblar`, cuando se dijo que ‘debemos transformar el país en una gran escuela’. ¿Qué ha pasado?”, se preguntó el Doctor Albino.
Los 24 centros de lucha contra la desnutrición que ha fundado el Dr. Albino buscan un tratamiento integral de los chicos. “De nada me sirve alimentar a un chico si a los 15 días vuelve igual de ese ambiente hostil en el que vive. Si queremos quebrar la desnutrición tenemos que llegar al abordaje integral de la problemática social que le da origen a la extrema pobreza. Con educación para la salud, educación nutricional, lactancia materna, jardín maternal, jardín infantil, estimulación temprana, ropero comunitario, escuela de artes y oficios, club y escuela para padres, programa de educación agraria, lectoescritura para analfabetos, documentación y legalización de la familia, alcoholismo, inmunizaciones y con esto hicimos un centro de prevención de desnutrición único en el mundo”.
El profesor Mönckeberg visitó este centro pionero de Mendoza y admirado les dijo a sus alumnos que lo habían superado. Tiempo después rechazó un premio con una importante suma de dinero y la cedió a la fundación del Doctor Albino.
“Nos metimos en los ranchos, nos sentamos en las camas miserables, cuando es tiempo de ajo, desayunan, almuerzan, meriendan y cenan ajo, cuando es tiempo de cebolla, lo mismo. Vimos chicos durmiendo en un pozo en la tierra, tapados con perros, vimos analfabetismo, en el país que quebró el analfabetismo en el mundo, en tiempos de Sarmiento”, contó.
¿Dónde quedó la gran Nación que fomentaron nuestros próceres?
Haciendo un poco de historia, Albino habló de la tarea titánica de Sarmiento, que fundó el Banco de la Nación Argentina, la Academia de Ciencias de Córdoba, el Colegio Naval, el Colegio Militar, la Prefectura, la Subsecretaría de Agricultura, de Ganadería, el telégrafo a Chile, hace 1000 kilómetros de vías férreas, hace 1117 escuelas públicas y 400 privadas, de la nada. “Cuando se va en 1874, se va a lo de su hija Faustina, porque no tenía casa. ¿Qué nos pasó?”.
Para el año 1900 Argentina era el primer país de América Latina, la séptima economía del mundo. Cuando en 1913 se inaugura el subterráneo solo lo tenían Moscú, París, Londres y Nueva York.
Cuando la compañía Ford decide abrirse al mundo lo hace en París, Londres y Buenos Aires. Cuando el Banco de Boston abre su primer sucursal en el mundo lo hace aquí. Cuando la Standar Oil empieza a construir su primer kilómetro de oleoducto, la provincia de Mendoza tenía 35 kilómetros de oleoducto. El producto bruto interno argentino era superior a la suma de los productos de Brasil, Paraguay, Perú y México. Las vías férreas argentinas eran superiores a la sumatoria de las vías de todos los países de América Latina. En 1950 este PBI argentino era 3 veces superior al de Italia y España, hoy es 4 veces menor.
La pregunta claro es ¿qué pasó entonces? Albino sostiene que “perdimos esos sueños, esos valores, esas virtudes. Nos hace falta el compromiso, la solidaridad encarnada desde cada uno de nosotros. Cuando Albert Sabin inventa la vacuna de la polio la humanidad da un salto colosal hacia adelante, detrás de ese hombre que donó su derecho de autor para que la vacuna sea gratuita en todo el planeta. Cuántas calles conocen que se llamen Sabin, seguramente ninguna”, dijo el médico.
El doctor Abel Albino se doctoró en medicina en la Universidad Nacional de Cuyo, tiempo después se radicó en España para estudiar Biología Molecular. El Papa Juan Pablo II y la Madre Teresa, con su ejemplo hicieron que dejase un futuro prominente en el Viejo Continente y regresase a la Argentina, a Mendoza, para crear la Fundación CONIN (Cooperadora de la Nutrición Infantil). A partir de allí ha fundado varios centros preventivos en el país.
“En el año 1986 el Papa Juan Pablo II fue a la India y cuando se bajó del avión pidió que lo llevaran a la tumba de Ghandi. Allí tocaba la plancha de piedra negra que cubre la tumba y asentía. Ahí están los 7 pecados sociales que hemos cometido: política sin principios, placer sin responsabilidad, dinero sin trabajo, negocios sin moral, conocimiento sin carácter, ciencia sin humanidad y religión sin sacrificio.
Aquí les dejo una partecita de la nota que le hicimos. El doctor es un capo en biología molecular, especialista en desnutrición infantil, ha creado diversos centros integrales de nutrición en distintos puntos del país y como los grandes médicos argentinos, rechazó ganar fortunas en el viejo continente para tratar de hacer algo por su país, por su gente.
El extracto:
“Creo que debemos tener un objetivo común, como habitantes de la República Argentina, sobre todo en temas que hacen a la riqueza de la Nación. Se han cometido errores, pero hay que amar al errado y odiar el error”.
Fernando Mönckeberg dice que la mortalidad infantil es un indicador directo de desnutrición. “Nosotros tenemos un 17 a 20 por mil de mortalidad infantil y debemos andar en esa cifra en cuanto a desnutrición7 minutos 20 segundos. Si la comparamos con Bolivia estamos bien, si la comparamos con Chile, estamos muy mal, siendo Argentina un país mucho más grande que el país vecino”.
“En un país africano, faltan alimentos y muere gente de hambre, esto es una realidad, un hecho trágico. Pero en un país que produce alimentos para 300 o 400 millones de habitantes y puede producir mucho más no hay hambre, porque hay alimentos, lo que hay es desnutrición, por desinformación, por falta de educación, por una crisis moral, que hace posible que ese chico esté desnutrido”, dijo Albino.
La desnutrición ataca fundamentalmente a niños menores de 6 años porque depende de terceros que no tienen los medios y la educación suficiente para dar de comer a esos chicos.
“No existen papeles pequeños, existen actores mediocres, hay que trabajar con el corazón. El Gobierno solo no puede, las ONG tampoco, debemos juntarnos con la sociedad y trabajar en conjunto. Tenemos la obligación moral de que cada niño pueda desplegar su potencial genético para que tenga igualdad de condiciones. Es una cuestión de prioridad política, nuestro país fue un gran país cuando se dijo que `gobernar es poblar`, cuando se dijo que ‘debemos transformar el país en una gran escuela’. ¿Qué ha pasado?”, se preguntó el Doctor Albino.
Los 24 centros de lucha contra la desnutrición que ha fundado el Dr. Albino buscan un tratamiento integral de los chicos. “De nada me sirve alimentar a un chico si a los 15 días vuelve igual de ese ambiente hostil en el que vive. Si queremos quebrar la desnutrición tenemos que llegar al abordaje integral de la problemática social que le da origen a la extrema pobreza. Con educación para la salud, educación nutricional, lactancia materna, jardín maternal, jardín infantil, estimulación temprana, ropero comunitario, escuela de artes y oficios, club y escuela para padres, programa de educación agraria, lectoescritura para analfabetos, documentación y legalización de la familia, alcoholismo, inmunizaciones y con esto hicimos un centro de prevención de desnutrición único en el mundo”.
El profesor Mönckeberg visitó este centro pionero de Mendoza y admirado les dijo a sus alumnos que lo habían superado. Tiempo después rechazó un premio con una importante suma de dinero y la cedió a la fundación del Doctor Albino.
“Nos metimos en los ranchos, nos sentamos en las camas miserables, cuando es tiempo de ajo, desayunan, almuerzan, meriendan y cenan ajo, cuando es tiempo de cebolla, lo mismo. Vimos chicos durmiendo en un pozo en la tierra, tapados con perros, vimos analfabetismo, en el país que quebró el analfabetismo en el mundo, en tiempos de Sarmiento”, contó.
¿Dónde quedó la gran Nación que fomentaron nuestros próceres?
Haciendo un poco de historia, Albino habló de la tarea titánica de Sarmiento, que fundó el Banco de la Nación Argentina, la Academia de Ciencias de Córdoba, el Colegio Naval, el Colegio Militar, la Prefectura, la Subsecretaría de Agricultura, de Ganadería, el telégrafo a Chile, hace 1000 kilómetros de vías férreas, hace 1117 escuelas públicas y 400 privadas, de la nada. “Cuando se va en 1874, se va a lo de su hija Faustina, porque no tenía casa. ¿Qué nos pasó?”.
Para el año 1900 Argentina era el primer país de América Latina, la séptima economía del mundo. Cuando en 1913 se inaugura el subterráneo solo lo tenían Moscú, París, Londres y Nueva York.
Cuando la compañía Ford decide abrirse al mundo lo hace en París, Londres y Buenos Aires. Cuando el Banco de Boston abre su primer sucursal en el mundo lo hace aquí. Cuando la Standar Oil empieza a construir su primer kilómetro de oleoducto, la provincia de Mendoza tenía 35 kilómetros de oleoducto. El producto bruto interno argentino era superior a la suma de los productos de Brasil, Paraguay, Perú y México. Las vías férreas argentinas eran superiores a la sumatoria de las vías de todos los países de América Latina. En 1950 este PBI argentino era 3 veces superior al de Italia y España, hoy es 4 veces menor.
La pregunta claro es ¿qué pasó entonces? Albino sostiene que “perdimos esos sueños, esos valores, esas virtudes. Nos hace falta el compromiso, la solidaridad encarnada desde cada uno de nosotros. Cuando Albert Sabin inventa la vacuna de la polio la humanidad da un salto colosal hacia adelante, detrás de ese hombre que donó su derecho de autor para que la vacuna sea gratuita en todo el planeta. Cuántas calles conocen que se llamen Sabin, seguramente ninguna”, dijo el médico.
El doctor Abel Albino se doctoró en medicina en la Universidad Nacional de Cuyo, tiempo después se radicó en España para estudiar Biología Molecular. El Papa Juan Pablo II y la Madre Teresa, con su ejemplo hicieron que dejase un futuro prominente en el Viejo Continente y regresase a la Argentina, a Mendoza, para crear la Fundación CONIN (Cooperadora de la Nutrición Infantil). A partir de allí ha fundado varios centros preventivos en el país.
“En el año 1986 el Papa Juan Pablo II fue a la India y cuando se bajó del avión pidió que lo llevaran a la tumba de Ghandi. Allí tocaba la plancha de piedra negra que cubre la tumba y asentía. Ahí están los 7 pecados sociales que hemos cometido: política sin principios, placer sin responsabilidad, dinero sin trabajo, negocios sin moral, conocimiento sin carácter, ciencia sin humanidad y religión sin sacrificio.
6 comentarios:
pasó lo que dijo al final, parafraseando a Ghandi
Pasó que a los verdaderos dueños del país, o del mundo, no les importa
Cuanta claridad de principios elementales puede caber en una sola persona como este hombre!!!
Mira si entre todos tuvièsemos tan solo un àpice??
P.D.:Me quedè pensando en "ciencia sin humanidad",la falta de compromiso humano en cada pequeña cosita que hacemos es fundamental!!
OpCvio que me hago cargo de las tantas veces que mis actos me dieron lo mismo,dàndome cuenta de que despuès las consecuencias no son harina de otro costal...
BESITOS
tiene razón.
una de las cosas más caras que existe es la comodidad y allí sumado a la desidia es donde caemos.
nos escondemos tras el "no se puede" o "para qué, si total", y con la excusa de no poder hacer nada, nos engañamos lo suficiente y seguimos durmiendo tranquilos.
ser indiferente a lo ajeno, es cómodo y no trae problemas. Y sobre todo en una sociedad tan narcisista no se burlan de nosotros.
y en estos tiempos alabar a sarmiento, es poco cool...
Chiru, pensar que tantas cosas podrían cambiar con solo decidirse a hacerlo...
Gabu y ni hablar de Política sin principios!! Besote.
Zorgin, es así como ud dice, estamos muy cómodos no haciendo nada....
para mi un ilustre desconocido... de esos que lanata hacía desfilar en su programa como verdaderos modelos humanos...
aplaudo al doc
Si Rastel, para mí también lo era...
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