jueves, noviembre 27, 2008

De acordes y melodías

Hoy simplemente quiero compartir con ustedes una canción. Cuando la rutina hace lo propio, cuando las palabras faltan y nuevas historias juegan a las escondidas, es bueno recurrir a la música.
Hay canciones que emocionan, que nos hacen saltar de alegría, que nos transportan a un momento determinado de nuestra vida.
Otras simplemente tienen un ritmo pegadizo y las cantamos aún sin quererlo. No me gusta nada, pero nada la música de Pimpinela, pero ultimamente estoy cantando todo el día Te extraño tanto, de su última placa.
Siento Heaven de Bryan Adams y me produce muchísima calma, descubro por la calle la música de Fito Paez, con su Fue amor y me acuerdo de los recitales.
En fin, hoy, con la página en blanco, descubrí una melodía conocida pero cantada por dos personas talentosas. Me lleva al tiempo navideño que está por venir...
Por eso, les dejo Va Pensiero, por Zucchero y Sinead O´Connor. Que la disfruten.

miércoles, noviembre 19, 2008

Como en un cuento (actualizado a pedido de Duda)

Nos conocimos un día de fiesta, los dos vestidos para la ocasión. Nos pusimos de novios en una Buenos Aires enorme, llena de lugares por recorrer.



Soñamos con un lugar tranquilo para vivir y terminamos en su pueblo.



Hablamos de varios hijos y llegaron dos, el Peque, creado a su imagen y semejanza y la Enana, toda una princesa y con un carácter para temer.



No es alto, de hecho, trato de no usar tacos altos para no pasarlo. No es del tipo "modelo" pero tiene lo suyo.



Con varios contra que le llegan desde la cuna, ha sabido realzar sus pro.



No es un príncipe azul, pero cuando llega a casa con su cansancio a cuestas y pasa el umbral de la puerta, en la familia es nuestro rey.

lunes, noviembre 10, 2008

Meme

El amigo Zorgin, gentilemente me pasó esta meme y aquí estoy haciéndome eco de su pedido... qué? Bueno, que voy a contestar aunque opto por no cumplir con el punto 4, tan particular, donde hay que encajarle el fardo a otro. Quien se prenda en la cadena, podrá participar y/o seguirla en su blog.
1)enlazar a la persona que nos invita (algo así como hacerle saber que hicimos la cadena???)
2)enumerar 6 cosas que nos hagan felices (podemos saltear sexo, hijos, herencias y cosas que se saben que nos hacen felices)
3)hacer constar las reglas (aquí están, estas son)
4)elegir a 6 personas que pensemos que no van a cortar la cadena (ups, Zorgin, jeje)
5)hacérselos saber feacientemente en su blog (bueno, ya saben, si quieren...)

Las cosas que elijo son (música de tambores y trompetas):
1) Escuchar música, cantarla, tararearla y porqué no imaginarla.
2) Disfrutar de una comida entre amigas.
3) Leer un buen libro, de esos que te atrapan y te sacan horas de sueño.
4) Jugar un buen partido, sea del deporte que sea.
5) Volver a mi casa, con esto quiero mencionar a mi casa en Mar del Plata, la de la infancia y a la actual.
6) Fabricar algo a base de cartón, cinta, plástico, etc, y que sea un excelente juguete para los chicos. Ups, ya los nombré, y bueno, no puedo dejar de tenerlos en mis alegrías cotidianas, ver su sonrisa, sus abrazos, sus juegos.
7) Navegar con la ciudad allá chiquita en el horizonte.
8) Trepar alto alto en un árbol lleno de cerezas.
Y más, muchos más, me encanta ser felíz con las pequeñas cosas...

miércoles, noviembre 05, 2008

Esperando a la musa


Desde que retomé la costumbre de escribir cuentos he notado que es como un ejercicio, cuanto más escribo, mejor salen.

Otros los leen, dicen que les gustan y todos me incitan a comenzar una novela. Pero, además de no tener tiempo para sentarme todos los días y que las páginas se llenen de letras, siento que no tengo en mi cabeza esa historia que me permita desarrollarla más allá de las veinte páginas.

Pintar personajes, escenarios, dramas y suspensos. No es fácil. Me dicen que lo intente, que yo puedo. Algunas veces un personaje me asalta en mi cabeza, comienza a dialogar con otros, se enoja, llora, pega portazos, vuelve por un abrazo, pero después desaparece antes de que pueda plasmarlo en el papel.

Me impaciento (otra vez el tema de la paciencia), pero la historia no llega. La fiaca que me acompaña desde la cuna y cierta pereza mental hacen que no la busque demasiado.

En el medio, la casa, los chicos y sus cosas, los trabajos y los horarios. Se que cuando pase la primera página todo irá tomando forma.

Mientras tanto, escribo la continuación de una historia que terminé hace poquito. Será que no puedo imaginar dos historias al mismo tiempo?? Bueno, dejemos que las palabras fluyan, que se cierre este cuento para comenzar otro.