
El otro día mientras me preparaba un tecito de manzana, canela y miel, me acordé de la película La Sal de la Vida, en donde las especias juegan un papel muy importante, donde hay que dejarse llevar por los sentidos, el del olfato, el de la vista, el gusto. Por eso les dejo estos párrafos de otros sobre la canela:
Originaria de la isla conocida como la "Lágrima de la India", Sri Lanka (antiguo Ceilán) la canela (cinnamomuin zeylanicum) se obtiene de la corteza de un árbol, el canelo, que mide entre cinco y diez metros de altura. Fue empleada por primera vez en el antiguo Egipto para embalsamar momias. En China ya era conocida y utilizada 2.500 años AC. Los griegos y romanos aromatizaban sus vinos y manjares con canela. Nerón mandó, por ejemplo, quemar toda la canela de la región en honor a la muerte de su esposa. La canela también era muy apreciada por el pueblo de Israel, y Moisés recibió la indicación divina de usarla, junto con otras especias, en el óleo santo con el que se tenían que ungir los objetos del santuario y los sacerdotes. También fue una de las especias que contribuyó indirectamente al descubrimiento de América, pues Colón partió hacia poniente a través del Atlántico, pensando que acortaría la ruta hacia la India, de donde se traía la canela, entre otros productos orientales. Durante los siglos XVII y XVIII, la canela se convirtió en la especia más lucrativa para los holandeses.
La canela, ya sea en rama o molida, se utiliza como condimento en multitud de platos, al mismo tiempo que contribuye a mejorar la salud. Algunos la consideran afrodisíaca. Es una especia de gran sabor y aroma penetrante.
Su uso favorece, especialmente, a los que padecen de: inapetencia, digestiones pesadas o flatulencia. Utilizándose, también, en el cólico del lactante. Tiene, además, propiedades estimulantes y antisépticas, de ahí su presencia en numerosas pastas dentífricas, ya que ayuda a combatir a las bacterias que provocan la carie dental y las enfermedades de las encías.
Las compresas con decocción o tintura de canela se usan para aliviar los dolores artríticos y reumáticos. La decocción se usa como estimulante y como excitante, astringente y antiespasmódico. Las inhalaciones del vapor de agua hirviendo con cinco gotas de aceite de canela se utilizan para combatir la tos y la irritación respiratoria. La dilución de 10 ml de aceite de canela en 25 ml de aceite de almendras o de girasol aplicada en forma de masaje se emplea contra los cólicos abdominales, dolores estomacales y diarrea. También se utiliza para hacer cremas contra la piel seca o con arrugas, podemos conseguir un extraordinario peeling casero con una cucharada de azúcar, otra de aceite de oliva y una pizca de canela en polvo.
Pero es en el arte culinario donde la canela se convierte en un ingrediente mágico que despierta las sensaciones más exóticas estimulando la fantasía gustativa. La canela es, fundamentalmente, la especia de los pasteleros. Europa ha hecho suyo el gusto de la canela, utilizándola en la elaboración de bizcochos, helados y dulces en los cuales se vuelve, a veces, imprescindible para conseguir un sabor intenso y característico. En el mundo oriental se utiliza, sobre todo, en la elaboración de cocina salada y como ingrediente del conocidísimo curry. En México la usan para aromatizar el chocolate líquido. La encontramos en bebidas cálidas, como ponches, en los almíbares para frutas. Muchos platos de carne al estilo del ragout, están aromatizados con canela.
Originaria de la isla conocida como la "Lágrima de la India", Sri Lanka (antiguo Ceilán) la canela (cinnamomuin zeylanicum) se obtiene de la corteza de un árbol, el canelo, que mide entre cinco y diez metros de altura. Fue empleada por primera vez en el antiguo Egipto para embalsamar momias. En China ya era conocida y utilizada 2.500 años AC. Los griegos y romanos aromatizaban sus vinos y manjares con canela. Nerón mandó, por ejemplo, quemar toda la canela de la región en honor a la muerte de su esposa. La canela también era muy apreciada por el pueblo de Israel, y Moisés recibió la indicación divina de usarla, junto con otras especias, en el óleo santo con el que se tenían que ungir los objetos del santuario y los sacerdotes. También fue una de las especias que contribuyó indirectamente al descubrimiento de América, pues Colón partió hacia poniente a través del Atlántico, pensando que acortaría la ruta hacia la India, de donde se traía la canela, entre otros productos orientales. Durante los siglos XVII y XVIII, la canela se convirtió en la especia más lucrativa para los holandeses.
La canela, ya sea en rama o molida, se utiliza como condimento en multitud de platos, al mismo tiempo que contribuye a mejorar la salud. Algunos la consideran afrodisíaca. Es una especia de gran sabor y aroma penetrante.
Su uso favorece, especialmente, a los que padecen de: inapetencia, digestiones pesadas o flatulencia. Utilizándose, también, en el cólico del lactante. Tiene, además, propiedades estimulantes y antisépticas, de ahí su presencia en numerosas pastas dentífricas, ya que ayuda a combatir a las bacterias que provocan la carie dental y las enfermedades de las encías.
Las compresas con decocción o tintura de canela se usan para aliviar los dolores artríticos y reumáticos. La decocción se usa como estimulante y como excitante, astringente y antiespasmódico. Las inhalaciones del vapor de agua hirviendo con cinco gotas de aceite de canela se utilizan para combatir la tos y la irritación respiratoria. La dilución de 10 ml de aceite de canela en 25 ml de aceite de almendras o de girasol aplicada en forma de masaje se emplea contra los cólicos abdominales, dolores estomacales y diarrea. También se utiliza para hacer cremas contra la piel seca o con arrugas, podemos conseguir un extraordinario peeling casero con una cucharada de azúcar, otra de aceite de oliva y una pizca de canela en polvo.
Pero es en el arte culinario donde la canela se convierte en un ingrediente mágico que despierta las sensaciones más exóticas estimulando la fantasía gustativa. La canela es, fundamentalmente, la especia de los pasteleros. Europa ha hecho suyo el gusto de la canela, utilizándola en la elaboración de bizcochos, helados y dulces en los cuales se vuelve, a veces, imprescindible para conseguir un sabor intenso y característico. En el mundo oriental se utiliza, sobre todo, en la elaboración de cocina salada y como ingrediente del conocidísimo curry. En México la usan para aromatizar el chocolate líquido. La encontramos en bebidas cálidas, como ponches, en los almíbares para frutas. Muchos platos de carne al estilo del ragout, están aromatizados con canela.