jueves, mayo 28, 2009

De hojas secas


Me dejo llevar por el perfume de una flor, que me recuerda a las que había alli. Me subo a una nube y choco contra otras para dibujar formas en el cielo, respiro el frío que entra en mi cuerpo y sale transformado en agua por mi nariz. Piso las hojas que crujen en el piso y persigo hormigas laburadoras que sin descanso acumulan parte de mi jardín en sus guaridas.
Me gusta el otoño, claro que no tanto como la primavera que se acerca al verano, pero esta estación tiene algo de introspección, de poesía.
Y ese clima de afuera que invita a otro totalmente opuesto adentro, con café y tortas o algún chocolate.
¿Quién quiere?...

domingo, mayo 17, 2009

Consumista ella?? naaa

Ayudaba a mi hija en el baño cuando de la nada me dice: "mami no terminaste de hacer las compras" (dicho esto un domingo a las 8 de la noche).
-¿Por qué?- pregunté.
-Porque no compraste Vanish y Mister Músculo
-Ahhh, y para que sirve el vanish?
-Para sacar todas las manchas de la ropa.- dijo ella muy segura.
-Y el Mister Músculo? -pregunté para probar su nivel de conocimiento.
-Depende, si es multiuso para limpiar toda la casa pero hay otro que te ayuda a limpiar toooodo el horno también.
-...

martes, mayo 12, 2009

Quietud

Las voces del televisor de escuchan de fondo, el entrevistado insiste en repetir sus conceptos a través del auricular, las manos se mueven para no perderle pisada y sin embargo hay una quietud en la casa que la vuelve otra.
La oscuridad contrasta con el brillo del monitor, la respiración de los durmientes se cuela entremedio. Los ojos comienzan a sentir el cansancio del día, la lista de cosas por hacer se correrá un casillero en el calendario.
Y la cama, que prolija y suave invita a compartirla.

sábado, mayo 02, 2009

Puede suceder

Foto: www.interarteonline.com/Claudia_Groll/altas
José bosqueja, pinta, mezcla colores, se detiene en el detalle, observa y sigue.

Mara se siente desbordada, sola para todo, lava, cocina, atiende chicos, limpia y trabaja.

Facundo juega despreocupado, inventa, crea personajes y delira feliz en su mundo de algodón.


Tres días más tarde Facu llora en la plaza porque su auto de cartón se rompió, Mara acorta camino por la misma plaza y al verlo le ofrece una caja que le sobra, seca sus lágrimas y ambos se regalan una sonrisa. José que pintaba el ombú que estaba cerca de ellos captura ese momento y lo eterniza en un cuadro mágico.


La cara cansada pero satisfecha de Mara, que se inventa un minuto de tiempo para socorrer a un niño, que vuelve a ser feliz con tan poco, que sirve de inspiración para un artista, que busca la vida, tal cual la conocemos, con lo bueno y lo malo, con mucho o poco, con triunfos y derrotas.