Los quise desde que los vi, o mejor dicho desde que supe que crecían dentro mío. Es un amor que no espera recibo, que no disminuye con el paso del tiempo, que no se desgasta con la convivencia.
Uno ya sopló tres velitas y nos sorprende dia a dia con su inteligencia y su poder de observación. La otra recien esta por los cuatro meses y muchas veces me descubro mirandola embobada, celebrando sus primeras tentadas y sus charlas mediante "ajoooos".
Y es verdad que es inevitable que crezcan y que un dia nos digan adios como decia el Nano, tambien que no se acuerden practicamente nada de este período de su vida cuando sean grandes, y aun asi reforzamos dia a dia este vínculo único que no tiene palabras para describirlo. Es el amor de una madre con sus hijos.
Un babero a la derecha por favor!!!
4 comentarios:
Me encanto este post, disfrutalos ahora que podes, despues llega la adolescencia y ya sabes como es, un beso y un abrazo enorme!!!!!
gracias por estar ahí, leyendome.
Espero que se solucionen tus cosas Victor.
recibo el abrazo y me lo guardo en el bolsillo.
besos
Chechi, pienso que no se acuerdan de cosas puntuales. El vinculo que generan en esta etapa durará toda la vida.
Gracias por lo que decis. Muchas veces pienso en qué les voy a dejar a mis hijos y siempre vuelvo a lo mismo: que sientan el amor que les tengo y que ese amor lo trasladen a lo demas. Que no se dejen influir por cosas superfluas o materiales, que todo pasa, todo caduca, menos el sentirse buena persona, amar y ser amados.
No??
Cómo nos pueden estos locos bajitos!!!!! y eso que los míos ya no son tan bajitos!
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