miércoles, octubre 31, 2007

Sobre Halloween...


Alguna vez dije que no me gusta que me impongan fiestas, celebraciones y mucho menos tradiciones!!

Ahora todo el mundo festeja Halloween, yo me niego a hacerlo, pero no por eso he dejado de indagar y conocer un poco mas a cerca del origen de esta fiesta.

Para los que anden con ganas de leer, esta es la historia:

El Año Nuevo celta, que se celebraba la noche del 31 de octubre, generó las fiestas católicas de Todos los Santos (1 de noviembre) y Todos los Muertos (2 de noviembre); y también, la Noche de Brujas latina y el Halloween anglosajón, que adultos y chicos festejarán disfrazados el próximo miércoles.

Hace 3.000 años, los celtas, que por entonces ocupaban Francia, celebraban el Samhain (fin del verano), su Año Nuevo, cada 1 de noviembre, y tal como pasa hoy con el 1 de enero, comenzaban el festejo la noche previa, es decir, el 31 de octubre, que se correspondería al actual 31 de diciembre.

Los celtas creían que en Samhain se abría la ventana que separaba a los muertos de los vivos, y que aquellos despertaban y se aparecían en los hogares a demandar un lugar. Por tanto, prendían grandes fogatas y servían ofrendas (hoy fuegos artificiales y regalos) y preparaban comidas (actual cena de fin de año) para agasajarlos; pero también colgaban muérdago en las puertas (ahora, coronas de plástico) para proteger sus casas de la intrusión de otros espíritus malignos.

Para espantarlos, también se pintaban la cara, lo que derivó en los disfraces infantiles de Halloween y en los de quienes reviven el espíritu celta con la Noche de Brujas, fiesta de astrólogos, tarotistas y adivinos, en la que los fantasmas y calaveras alternan con la bola de cristal, las cartas y las runas.

Los romanos -que replegaron a los celtas de la Europa continental y los confinaron a Irlanda- adaptaron el Samhain a su Fiesta de Pomona, diosa de los frutos, a la que entre octubre y noviembre le agradecían la buena vendimia, lo que explica por qué hoy se recibe el año nuevo con champagne.

Una vez consolidado el cristianismo como religión oficial del Imperio Romano, la Iglesia buscó adaptar el Samhain y la Pomona a su calendario para darles un sentido diferente. Puesto que ya no alcanzaban los días del año para consagrarlos a cada uno de sus mártires -muertos de a centenares en el circo romano- en 615 el papa Bonifacio IV les dedicó un templo e instituyó en mayo la celebración de Todos los Santos; y en 741, Gregorio III la trasladó al 1 de noviembre para apagar el Samhain.

En inglés esto se llamó "All Hallow Day" (Día de Todos los Santos); pero, como pese a todo, la tradición celta se mantuvo, la noche anterior, es decir, el 31 de octubre, fue llamada "All Hallow Even" (víspera de todos los santos), que luego derivó en "All Hallow E’en" y más tarde en "Halloween".

Posteriormente, percatados de que también era preciso homenajear al resto de los difuntos -que los había a montones y para colmo en el purgatorio- se decidió crear el Día de Todos los Muertos, a efectos de rezar por la salvación de sus almas. Esta decisión la tomó en 980 san Odilón, abad del Monasterio de Cluny, Francia, quien fijó el 2 de noviembre la "Conmemoración de los Fieles Difuntos", que muy pronto se difundió por las restantes diócesis.

Lo curioso es que en México y Centroamérica, el Día de Muertos existía desde mucho antes: como el Samhain, este culto indígena se remonta a 3.000 años y se realiza, como la festividad católica, entre el 1 y el 2 de noviembre.

Pero con una diferencia: la Iglesia le rinde culto a los santos, no a los demás difuntos, a los que sólo les reza; en cambio, los aztecas honraban la muerte, tanto como los celtas, cuyo "fin del verano" era su metáfora.

Halloween llegó a los Estados Unidos a mediados del siglo XIX con los inmigrantes irlandeses que dejaron su país por la hambruna desatada tras el fracaso de varias cosechas de papa, base primordial de su alimentación; pero recién se popularizó en 1921, cuando se hizo en Minnesota el primer desfile de calabazas.

Desde entonces es una de las fechas más importantes del calendario festivo norteamericano y a partir de 1980, del mundo, debido a la influencia de películas y series de televisión que lo popularizaron, aunque cada país lo adaptó a su manera.

En la Argentina, Halloween sólo se celebra en los colegios de habla inglesa y en barrios privados; en cambio, la Noche de Brujas se expande en pubs, bistrós y restoranes, donde se ofrecen tragos tipo "cóctel del infierno" o "fantasma en llamas", y platos de autor como "papas a la escoba", "Juana de Arco te saluda" y "calavera de viuda".

miércoles, octubre 24, 2007

Ahora tardas el doble!

La mina no me dijo ni buenas tardes, me atendió de mala manera y ni siquiera levantó la vista cuando le pedí una carga virtual de $10 para mi celular.
Bueh, dije yo, estará en su mundo..
Pero al pagar no me dijo ni gracias, seguía enfrascada en su burbuja personal.
Entonces decidí cometer esas pequeñas venganzas que nos asaltan, con ganas de ser moralizantes, aleccionadoras y todo lo demás.
Y no me fuí.
Demoré 15 minutos para escoger una golosina, otros 4 para buscar las monedas y para hacerla trabajar un poco, le pedí la factura de la carga virtual que en su desgano no me había hecho.
Afuera los canes impositivos aplaudían orgullosos, pero yo les chisté, les tiré un palito hacia el lado de la calle, para que se fueran a molestar a otros y salí del negocio con la sensación de haberle dado su merecido!!
Claro que podría haberle dicho, agreta, así antendés a los clientes!!!
Pero, para qué??
Disfruté mas esa pequeña venganza sin sentido y sin grandes consecuencias.

miércoles, octubre 17, 2007

Con el perfume de las flores

Se nota que ya estamos en plena primavera, el sol calienta a traves de los vidrios del auto, afuera el viento nos recuerda que todavía tenemos cerca al invierno que se fue.
El pasto crece, o los yuyos mejor dicho, sin parar y hay que ponerse todas las semanas, cable en mano, a cortarlo.
Las hormigas se hacen un festín con las plantas más lindas, son selectivas las guachas, no van a elegir una planta insulsa y con mucho follaje, naaaaa, ellas van y se manducan el jazmín y los rosales. Las muy turras...
Pero se sienten los aromas de las flores, el verde cubre la ciudad y hace túneles en las calles del centro.
Todos empiezan a tomar un lindo color, menos yo claro que llegaré al verano tan blanca como Andrea del Boca, pero no importa, me gusta la primavera, con sus brisas, sus primeros mosquitos y con las búsquedas del protector solar, las gorras y las reposeras que quedaron por ahí, escondidas despues del último verano.
En tiempos idos, la primavera era sinónimo de las primeras escapadas a la playa, que era toda para nosotros, sin carpas, sin gente y con unas pocas parejas que se animaban a llevar el perro.
Ahora, subida al tren de la rutina escolar de los chicos, de las corridas del trabajo, y todo lo demás, me sigue gustando cerrar los ojos, mirar para arriba y sentir el calor del sol en mi cara.
Adoro tomarme unos minutos y tirarme en un buen pasto cortadito y tupido (no el mío, claro) o llenar mi casa de flores recien cortadas.
Si, definitivamente me gusta la primavera.

martes, octubre 09, 2007

Cosas inútiles II


El cerebro es como un gran disco rígido que guarda millones de datos. Algunos de ellos no sabemos para qué siguen allí y a veces nos tentamos de tirarlos a la papelera de reciclaje que no tenemos.

Para qué quiero recordar el diálogo de mi primer libro de ingles, ese que decía:

-Help, help, i´m down here.

-What´s your name?

-I´m John Stange.

-What do you do?

-I´m a racing driver!!

También recuerdo el diálogo en un aviso de la película Psicosis, donde Norman Bates decía:

-Vi algo.

-Dónde?

-Eeen esa ventana!

-Imposible, hace años que no hay nadie allí...

-Deben ser los nervios.

-Lo entiendo, dadas las circunstancias...

De qué me sirve recordar los nombres de compañeros de colegio de mis hermanos, si, han pasado como 15 años, no, en realidad más...

Pienso también en cosas inútiles que puedo hacer, como meterme en la cama sin desarmar sus sábanas, entrando desde la almohada.

O recordar diálogos enteros dichos hace años y años, por mí o por otras personas.

En fin, seguramente cuando publique este post me acordaré de muchas cosas mas dignas de ser publicadas, ahora mi mente se ha bloqueado, tal vez ante la amenaza de borrar todos los recuerdos inútiles, que aparecerán nuevamente cuando menos lo espere y cuando menos los necesite.

lunes, octubre 01, 2007

Me acordé de Kazantzakis


Nikos Kazantzakis

El escritor y traductor griego, cuya obra más conocida es la novela Zorba el griego, nació en Candia (hoy Heraclion), en la isla de Creta, y estudió en la Universidad de Atenas, donde obtuvo el título de licenciado en derecho.

Tras terminar sus estudios se trasladó a Francia, donde estudió filosofía con Henri Bergson. En la década de 1930 viajó por Europa, Asia y África, y escribió numerosos libros en los que combinaba las descripciones de sus viajes con comentarios personales y filosóficos.

La novela Zorba el griego (1946), de la que se hizo una famosa película, cuenta la historia de un anciano minero griego enamorado de la vida. Otra novela también conocida, Cristo de nuevo crucificado (1948), habla de la representación de la pasión de Cristo en un pueblecito griego. Publicó diversos libros sobre temas religiosos y filosóficos, entre los que destacan La última tentación de Cristo (1951), también llevada al cine en 1988, y El pobrecillo de Dios (1953). Tradujo las obras de Dante y Goethe, así como a diversos autores clásicos griegos al griego moderno, lengua de la que es sin duda uno de los más grandes maestros. También escribió ensayos, tragedias y poesía lírica y épica, destacando en este último género Odisea (1938), una continuación del poema homérico.

Un pensador profundo, polémico y lúcido.

Hoy me acordé de uno de los libros suyos y por eso decidí subir este post.

Este es un fragmento del libro...


"El sol había alcanzado Kastellos e inundado los tejados. Desbordaba y se extendía por las callejuelas en pendiente, por las que suben, por las que bajan, y mostraba sin la menor piedad la pura realidad del pueblo. Un pueblo áspero de color ceniza; casas de piedra seca, puertas vergonzosas – para entrar había que curvarse, y en el interior, la oscuridad. "

Los hermanos enemigos (fragmento)