La discriminación comienza cuando hablamos de "ellos" y "nosotros". Ellos los gays, nosotros los flacos, ellos los peronistas, nosotros los cristianos y la lista sigue.
Qué difícil es aceptar las diferencias, comprender que el otro puede sentir, pensar, opinar, reír o llorar por otras cosas que no son las mismas que las mías.
El bien y el mal, blanco o negro, siempre dos bandos, bien definidos, opuestos irreconciliables. Entiendo que algo pueda ser blanco, que otros prefieran el negro, pero el mundo se construye y existimos en él a partir de una escala de grises, enorme escala que sigue generando odios, resentimientos, acusaciones y falsas condenas.
Prejuicios, verdades (qué es verdad, qué es mentira), costumbres, lineamientos morales y la testarudez de la razón.
12 comentarios:
Creo que a veces ponemos fronteras más que para diferenciarnos, para definirnos a nosotros mismos, cuando es en ése sentido, tiene un pase. Pero malo, cuando las ponemos nada más para definir nuestra propia cortedad de miras.
¿Con quién te tropezaste?? desembucha!! ;P
Bueno... eso pensarán ustedes.
Nosotros pensamos de otra forma
jejeje
'Maginàte que si se nos hace difìcil aceptar,còmo serà convivir con todas esas diferencias juntas,no???
Creo que despuès de comprobar el quilombete que hicieron con el tema de la "UNIÒN CIVIL",somos un verdadero caos que utòpicamente algùn dìa llegarà a saber consensuar...
BESUCHIPPPP
Luisa, me cruzo con mucha gente, todos los días, cargada de prejuicios. También me choco con mi misma, cuando me descubro que tengo más prejuicios de los que quisiera.
Besotes!!
Uninvited, claaaro. Ups, guarda que ahí se pasó uno de ustedes para acá... estemmm, no esta línea no se cruz.... bueh, ya perdí la cuenta.
Gabu, solo mirándolo utópicamente se puede pensar en una sociedad de consenso... Besos muchos.
¡Pero claro que sí! si la historia de la humanidad no es más que una larga letanía de errores monstruosos, garrafales y consecutivos y todos fueron verdades en su momento ¿de qué hablamos cuando hablamos de verdad?
Pablo, me hiciste acordar a la frase que es canción: "de qué hablamos cuando hablamos de amor??"
Pero si, la verdad suele ser tan subjetiva, tan relativa...
Y una parte bastante grande de la culpa la tienen los políticos. Ellos crean la contienda, la necesidad de diferencia, el problema contínuo, el debate estéril, la demagogia barata. Y así van sembrando en las almas de los débiles la semilla de su supervivencia.
Aquí en Argentina, los políticos dirían que la culpa la tienen los medios de comunicación...
el escritorio para reclamos lo atiende uno que separó la luz de la oscuridad y creo a la raza en hombres y/o mujeres...
hable con él, fue el que empezó. ;)
veremos si me atiende Zorgin, me tiene en la lista negra...
Ya lo escribió el Inglés, allá lejos y hace tiempo - y que conste que cuando él lo escribió, ya era noticia vieja mas que vieja:
"Soy judío. ¿Es que un judío no tiene ojos? ¿Es que un judío no tiene manos, órganos, proporciones, sentidos, afectos, pasiones? ¿Es que no está nutrido de los mismos alimentos, herido por las mismas armas, sujeto a las mismas enfermedades, curado por los mismos medios, calentado y enfriado por el mismo verano y por el mismo invierno que un cristiano? Si nos pincháis, ¿no sangramos? Si nos cosquilleáis, ¿no reímos?, Si nos envenenáis, ¿no morimos? Y si nos ultrajáis, ¿no nos vengaremos?"
Cambiá judio por lo que te entre en ganas, y la historia sigue penosamente vigente. Es terriblmente dificil enseñarle nuevos trucos a una raza vieja. Y con raza me refiero a toda la raza humana, no sea cosa que me acusen de racista.
Qué cierto Guada, tenemos más prejuicios de los que creemos, cotidianos, sencillos, que nos van marcando como personas,,, :(
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