Hoy quise vivir sin la pesada carga de mis pensamientos. Traté de respirar solo presente, aspirando mañanas que no son futuro y expirando ayeres que no llegan a ser pasado.
Empecé por dejar en un cajón bajo llave todos mis sueños, deseos y esperanzas. Me ocupé de enterrar mis miedos, bajezas y egoísmos en la parte mas oscura del jardín.
Creí que así caminaría mas liviana, que me sería mas fácil mezclarme entre la gente. Ser un conjunto de huesos, nervios, músculos sangre y piel, como tantos otros.
Pero no pude. En mis bolsillos había olvidado unos pocos sueños, tal vez los mas importantes, esos que hablan del amor eterno o de la justicia para todos los hombres.
Mis zapatos estaban llenos de barro, con partes de todo lo malo pegado en mis cordones, me era imposible no ver tambien la suciedad.
Me descubrí perdida, caminando sin rumbo, empujada por otros cuerpos sin rostros, sin nombres, todos ellos apurados por llegar a alguna parte, para seguir con la pantomima de sus vidas, para encontrar su tan ansiado destino.
Y el destino estaba ahí, agachadito debajo de un zócalo, en cuclillas, tamblando de miedo.
Pobre, no podía comprender que todos cifraran sus esperanzas en él. Se sabía imperfecto, tampoco se salvaba de las tentaciones de este mundo.
Distinguí su sombra, pero no me atreví a agacharme y ver qué cara tenía en ese momento, así que lo esquivé y seguí caminando.
A las dos cuadras retornaron mis pensamientos, traídos por una brisa que se movía en sentido contrario al viento mayor. Con ellos encima me fue imposible seguir avanzando. Fue entonces cuando pasó el tranvía de la rutina y lo tomé para regresar a casa, previo pago de dos libertades con cincuenta.
Estaba agotada, asi que dejé mi mente en un estante, prolijamente doblada, me senté frente al televisor para hacer un zapping de contenidos vacíos y así, viendo pasar las demas vidas, me quedé dormida.
9 comentarios:
Pase solamente a saludar, te dejo un abrazo y besos varios
Lu!!! Qué buen relato!!! Me encantóoo...Tanto que se lo voy a recomendar a alguien, je.
Cuántas veces creemos que podemos ir más livianos! Y luego los sueños que uno tiene, la rutina que te va achicharrando,el destino que más de una vez nos encargamos de torcer...sinceramente, me encantó...y me siento tan así a veces!!!!
Besazossssssssss
Pero no se quede en la puerta, pase nomas Vic, no quiere un cafecito?? Besotes!!
Gaby, me alegro que te haya gustado, lo escribí en el 2002 pero muchas cosas mantienen su actualidad. El mundo sigue girando y no siempre los que nos rodean comparten nuestras penas y alegrias. Te mando un beso grande y dale mis saludos a Santi y Valen.
Juanis, es como vos decís, me gusta que compartamos varias ideas. Besotes!!!
Dosto,qué bien que escribissssssss me gusto!
A veces yo quisiera que mi mente sea como una computadora, mandar todo lo que ya no quiero más a la papelera de reciclaje, pero no... siguen ahi! je
Besos!!!
Buenas noches:
Me hizo pensar otra cosa tu relato (no sé si era lo principal que querías decir). Era que muchas veces queremos no ser quiénes somos, o, como decía Antonio Porchia en palabras más sabias, quisiéramos estar donde no estamos. ¿Y donde no estamos?
Es difícil, siempre pensamos que algo mejor hay adelante. O en otro lado. O si fuéramos otro (me recuerdo diciendo "si yo fuera como aquel o como aquella, me hubiera animado a..."). Pero nos cuesta asumir lo que somos.
Qué se yo... Pienso que lo que nos llena siempre lo buscamos fuera nuestro (y cuando digo "nuestro" que se entienda que hablo de mí, pero como soy geminiano, valgo por dos xDDDD), en la clásica actitud egoísta, que para ser quiere cosas externas a él (y entonces en verdad uno se da cuenta que el egoísmo es en verdad egocentrismo, poner todo en función de uno). Y creo que está dentro nuestro.
Muchas veces no nos bancamos ser como somos, y nos llenamos de cosas (TV, internet, diarios, revistas, trabajo, estudio, etc) para no saber nada de nosotros. Nos tratamos como a extraños. Y así es que pasamos mucho tiempo sin conocernos.
Y entonces la vida transcurre a través de nosotros como si fuera arena en nuestras manos. Triste. Realmente triste.
Saludos y un gusto leerte.
Dosto...de verdad genial, narras de una forma extraordinaria , lo que tantas veces sentimos.
Besos.
Caro, gracias no me hagas poner colorada!! Para bien o para mal, nuestra mente tiene una capacidad ilimitada de guardar recuerdos, y ellos afloran cuando menos lo esperas. Besotes!!
Luis, como siempre un gusto leerlo a usted, siempre con su capacidad de análisis. A mi me pasa no que quisiera ser otra, pero si no dejar pasar tantas cosas, animarme a mas y como usted dice, que no se me pase la vida en el intento. Como buena geminiana lo entiendo en sus dualidades y créame que las tengo tambien. Gracias por pasar, un placer tenerlo aquí. Saludos.
Daniellha, gracias por tus palabras, me ha sorprendido que muchos de quienes leyeron este post sintieran lo mismo que yo. Besotes!!!
Muy lindo y muy cierto.
Que relato más casual y escrito con tanta naturalidad, me dejaste pensando un rato sobre el efecto de la rutina en nuestros pensamientos, y en la manera en que deseamos evadir el stress y la pesada agonía de andar por ahí sin saber que hacer con la vida.
¿No te pasa que de vez en cuando tenés ganas de escaparte con tus amigos a un lugar divertido y emocionante y dejar todo de lado, aunque sea sólo algunas horas?
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