martes, junio 30, 2009

Desconfío!!




Ya se que estamos demasiado sensibles con todo esto de la gripe A, que hay casos en todo el país y que son muchas las cosas que no se dicen.


Pero cuando leo cosas como esta, me invade la desconfianza, me pongo a pensar que hijoeputas hay en todos lados, que las formas de ganar dinero están cada vez mas lejos de los límites morales, en fin... que, como Chiru en estos días, pienso mal...




"Tamiflu es el nombre del medicamento creado por la firma farmacéutica suiza Roche y es una de las únicas defensas frente a una pandemia.
El Tamiflú es uno de los medicamentos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado como efectivos para reducir los efectos de la influenza (gripe porcina) y cuya patente fue desarrollada por Gilead Sciencies Inc -empresa de la que es accionista el ex secretario de defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld- y que firmó contratos con la subsidiaria estadunidense F. Hoffman-La Roche Ltd para fabricar y distribuir el producto hasta 2016.
Este medicamento se vende únicamente bajo receta y en Argentina tiene un precio de entre 132 y 135 pesos para el consumidor, la caja de diez pastillas; cuesta $180 la versión en gotas.
Y en estos días todo el mundo está visitando su pagina oficial http://www.tamiflu.com/ y las indicaciones del medicamento en Internet. Pero no solo las visitas de sus sitios on-line son las que suben, sino que en plena crisis de salud pública como la que se vive en México y el mundo entero, las grandes farmacéuticas están obteniendo importantisimas ganancias.
Ayer, por ej. la acción del gigante farmacéutico que fabrica el Tamiflu, Roche Holding AG, subió 3.51 por ciento en la bolsa de Zurich, donde cotiza, después de darse a conocer que algunos gobiernos están solicitando incrementar sus reservas de antivirales, de los cuales Roche (que fabrica fosfato de oseltamivir con el nombre comercial de Tamiflú) es uno de los dos fabricantes mundiales.
Pero volviendo al tema del medicamento, hay que dejar en claro, que según ls indicaciones, este remedio no debe ser usado como un fármaco preventivo para el conjunto de la población, sino ser administrado en las 12 primeras horas al paciente que muestra síntomas de gripe porcina. Si se inicia el tratamiento demasiado tarde el medicamento vería reducida su efectividad y aumentaría las opciones de resistencia."

lunes, junio 22, 2009

De canciones y melodías

Me gustó mucho Revolvió y Malo, de Pa fuera telarañas, la placa de Bebe, ahora encontré un nuevo tema y por eso lo quería compartir con ustedes. Espero que les guste.



sábado, junio 20, 2009

Uno mas


Un año más sobre mis espaldas, que no se siente pesado, sino que ha llegado jovial, con ganas de hacer y con muchas fotos de estos 35.

Los años se notan en mi pelo cada vez mas canoso, si, ahora se notan las canas. En ese colegio o facultad que aparecen más lejos a la hora de hacer la cuenta. En los chicos que demuestran que estos últimos años no han sido en vano.

Pero no los noto en mi espíritu, que mira para otro lado cuando hay que soplar una velita más. No siento que el camino transcurrido haya modificado mi esencia.

En fin, ayer y hoy (que fue el festejo oficial), han estado todas las personas que quiero, algunas en persona, otras a través de un mensajito, de un mail o un mensaje en el blog.

Por eso, a todos... GRACIAS POR SEGUIR CONMIGO!!!

sábado, junio 13, 2009

Quiero uno


Será que estoy influenciada por la literatura rusa, porque en mi familia el tomar el té forma parte de una ceremonia que espero se mantenga.

No tengo lugar en casa, pero de tenerlo intentaría por todos los medios de conseguir un samovar.

jueves, junio 04, 2009

Esas cosas que no miramos


Hace un tiempo mediante un decreto se permitía con gran tino el viaje gratis para los discapacitados y para un acompañante.

Decía algo así:

La Secretaría de Transporte de la Nación emitió una resolución que da más precisiones sobre el decreto 38/04, que permite a los discapacitados viajar gratis en colectivos, micros y trenes, y ya está en vigencia.En su artículo 1º, la resolución señala que no es necesario llevar el certificado original de discapacidad ni el documento, sino que son suficientes sus fotocopias "autenticadas por la autoridad competente".

Para viajes de corta y media distancia, hay que mostrarle ambas fotocopias al chofer en el momento de subir al colectivo. En los de larga distancia, el trámite debe realizarse con 48 horas de anticipación en las terminales.El decreto 38/04 también prevé un pasaje gratis para un acompañante.

Para obtenerlo, alcanza con que figure en el certificado la necesidad de que el discapacitado viaje acompañado. La resolución especifica que "la causa de viaje no constituye limitante alguno al beneficio de gratuidad" y aclara que "los pases de discapacitados emitidos por la Secretaría con vencimiento posterior a la vigencia del decreto 38/04, mantendrán su validez hasta la fecha de vencimiento".


Lo cierto es que en localidades chicas, como la mía, los discapacitados deben atenderse en centros de salud especializados que se encuentran lejos, como Bahía Blanca, La Plata o Buenos Aires y por lo general no cuentan con los medios económicos como para costearse tratamientos y viajes.

Las empresas de transporte ponen trabas a la hora de brindar los viajes gratis, aducen que el cupo ya está ocupado, que otras localidades ya completaron el micro, etc.

Y la pobre gente que tiene que lidiar con obras sociales, con médicos, con realidades amargas, con puertas que se cierran, encima deben luchar una y otra vez para poder viajar.

Da bronca que exista poco control sobre los decretos existentes, que quede todavía tanto por hacer...

jueves, mayo 28, 2009

De hojas secas


Me dejo llevar por el perfume de una flor, que me recuerda a las que había alli. Me subo a una nube y choco contra otras para dibujar formas en el cielo, respiro el frío que entra en mi cuerpo y sale transformado en agua por mi nariz. Piso las hojas que crujen en el piso y persigo hormigas laburadoras que sin descanso acumulan parte de mi jardín en sus guaridas.
Me gusta el otoño, claro que no tanto como la primavera que se acerca al verano, pero esta estación tiene algo de introspección, de poesía.
Y ese clima de afuera que invita a otro totalmente opuesto adentro, con café y tortas o algún chocolate.
¿Quién quiere?...

domingo, mayo 17, 2009

Consumista ella?? naaa

Ayudaba a mi hija en el baño cuando de la nada me dice: "mami no terminaste de hacer las compras" (dicho esto un domingo a las 8 de la noche).
-¿Por qué?- pregunté.
-Porque no compraste Vanish y Mister Músculo
-Ahhh, y para que sirve el vanish?
-Para sacar todas las manchas de la ropa.- dijo ella muy segura.
-Y el Mister Músculo? -pregunté para probar su nivel de conocimiento.
-Depende, si es multiuso para limpiar toda la casa pero hay otro que te ayuda a limpiar toooodo el horno también.
-...

martes, mayo 12, 2009

Quietud

Las voces del televisor de escuchan de fondo, el entrevistado insiste en repetir sus conceptos a través del auricular, las manos se mueven para no perderle pisada y sin embargo hay una quietud en la casa que la vuelve otra.
La oscuridad contrasta con el brillo del monitor, la respiración de los durmientes se cuela entremedio. Los ojos comienzan a sentir el cansancio del día, la lista de cosas por hacer se correrá un casillero en el calendario.
Y la cama, que prolija y suave invita a compartirla.

sábado, mayo 02, 2009

Puede suceder

Foto: www.interarteonline.com/Claudia_Groll/altas
José bosqueja, pinta, mezcla colores, se detiene en el detalle, observa y sigue.

Mara se siente desbordada, sola para todo, lava, cocina, atiende chicos, limpia y trabaja.

Facundo juega despreocupado, inventa, crea personajes y delira feliz en su mundo de algodón.


Tres días más tarde Facu llora en la plaza porque su auto de cartón se rompió, Mara acorta camino por la misma plaza y al verlo le ofrece una caja que le sobra, seca sus lágrimas y ambos se regalan una sonrisa. José que pintaba el ombú que estaba cerca de ellos captura ese momento y lo eterniza en un cuadro mágico.


La cara cansada pero satisfecha de Mara, que se inventa un minuto de tiempo para socorrer a un niño, que vuelve a ser feliz con tan poco, que sirve de inspiración para un artista, que busca la vida, tal cual la conocemos, con lo bueno y lo malo, con mucho o poco, con triunfos y derrotas.

sábado, abril 25, 2009

El Premio de Alex


Trataba de entrar a Blogger hace varios días, con resultados negativos, cuando en uno de esos intentos, ya a punto de tirar la computadora por la ventana, mágicamente, entré.
Entonces pude ver con agrado que Alex me había incluído en su lista de personas que recibirían este premio.
Debo aclarar que ya sean virtuales o reales, siempre me gusta recibir premios pero claro, a veces me preguntó si realmente estarán bien otorgados...
En este caso venía de mi amiga Alex entonces no me importó ser merecedora o no del premio sino que me concentré en quien me lo había regalado. Una persona abierta, sincera, divertida, sensible y sobre todo querible. So (como diría el amigo Zorgin) aquí me tienen continuando con la tarea de repartir el premio entre mis amigos.
Algunos ya lo han recibido, pero no importa, lo que vale es la intención, el gesto de unirnos en la distancia, de reconocernos y aceptarnos.
Gracias por el premio Alex. Acá va mi lista:
Alex
Zorgin
Luisa
Duda
Fer
Juan
Pablo
Chiru
Vic
Luis


Ya se que es sin repetir y sin soplar, pero bueno, son las personas a las que me gustaría dejarles el premio.

sábado, abril 18, 2009

Flashes

Palabras que fluyen, dedos que presionan una y otra vez las teclas de la máquina, un cuento que cobra vida, una vida que se inventa en un cuento.
La historia se desarrolla, los círculos se cierran, el final se vislumbra apasionante, mezcla de esperanza, dudas, dolores y sueños.
Si al final de todo el cuento queda una cagada, por lo menos, lo intenté.

Primero tiró el orégano, después el ficus, no contento volvió con el orégano, esta vez para arrancarlo de su maceta y dejarlo moribundo, desnudo con las raíces al aire, tirado en el jardín.
Aprovechó un descuido para sembrar el parque de carbones, si, quedan lindísimos todos dispersos por el pasto, lo divertido es tener que juntarlos con poco tiempo, justo cuando ya estaba lista para salir y que su negrura se me pegue a mis manos y me acompañe en esa reunión tan importante.
La ropa del cordel fue el próximo paso y desafiando una muerte segura, probó con la media sombra del cerco. El perro goza de sus primeros meses, se divierte, mientras tanto, marido calcula el mejor plan para pasarlo a mejor vida.

¡Qué bien!, decíamos todos, logró calmar todos sus demonios y ahora se porta bien en el colegio. Y si, es todo un cambio pasar de jardín a primaria. ¿Ya lee algunas palabras? Siii, con lo vivo que es pescó la onda en seguida.
El jueves trajo su primer diez en un dictado de números. Hoy volvió a sus tiempos idos y me mostró un "observado" por mal comportamiento en clase de inglés, en su cuaderno de comunicaciones. Una de cal y una de arena y sigamos que todavía faltan las paredes y el revoque!

¿El *611 sigue con todos sus operadores ocupados??? Me cag...en la put...que los parió!!!

Trabajo nuevo, ilusiones que se renuevan y por el otro lado, a seguir remando, ¡vamos, no dejen que el barco se hunda, reeemen, reeemen!! Al fin y al cabo, no es divertido remar??

martes, abril 07, 2009

La Compañía - Parte IV

-No se crea que sabía la verdad. Al principio me dijeron que los crearían para utilizarlos en su centro de distribución, para abaratar costos y trabajar más horas... Viví con ellos mucho tiempo y cuando empecé a notar cierta negación de estas criaturas a cumplir órdenes sencillas, le dije a Casillas que mejor abortar la investigación. Cómo se imaginará me dijeron que se harían cargo de todo y me despidieron.
-Y ahí fue cuando le quemaron la casa- dijo D. convencido de sus palabras.
-La casa la prendí fuego yo, cuando me di cuenta que entraban todas las noches a robarse mis papeles. Una vez los esperé escondido detrás del sillón, cuando los vi salir de un rincón me tiré encima de ellos y solo pude atrapar uno. Me miró con tanto odio que tuve que soltarlo, realmente me dio miedo, era como si me echara en cara eso que era.
-Y ahora siguen trabajando para la Compañía, ¿por qué no se revelan? ¿Usted no los denunció?
-Yo intenté todos los caminos posibles pero siempre había alguien más poderoso que me hacía quedar como un loco. De hecho, algunas veces pienso que lo estoy. No le puedo asegurar que no se revelarán, creo que tienen inteligencia y memoria, algo que los hace aprender de sus errores y de los demás. Por ahora son parte de este mecanismo siniestro de la Compañía para facturar miles de pesos más por día.
-¿Le quedaron pruebas o alguna persona con la que se pueda contar?
-Nada, mientras viva todas las pruebas las conservo en mi cabeza, pero tengo miedo de que den un paso más y se atrevan a todo.
D. comenzaba a marearse en ese cuarto, el aire estaba cada vez mas viciado y necesitó con urgencia salir a despejar tanto sus pulmones como sus pensamientos.
-Gracias por todo, veré que hago con todo esto. Cuidesé, no haga nada extremo sin consultarme, tenga, esta es mi tarjeta.- dijo D. con un pie afuera del cuarto.
-Memorizaré el número. No espere que lo llame.- Perutti le lanzó una mirada inquisidora y luego de una pausa continuó- Sepa que ahora saben que usted sabe.
La idea de denunciar semejante fraude estaba presente, pero D. sabía que debería actuar con cautela para no terminar como el viejo Perutti.
No fue la revelación de este intrincado laberinto lo que lo asustó sino el tomar conciencia de que estos bichos podían llegar a revelarse. Había visto a uno de ellos y su cara de odio, qué harían pues si lejos de todo control seguían sus instintos más básicos.
¿Cómo acabar con ellos sin morir en el intento? Tenía tanta bronca, jamás le gustó sentirse usado y mucho menos estafado. De alguna manera no solo había que terminar con estas criaturas sino también con la farsa de La Compañía.
Estuvo unos días recavando más información, escribió todo en su antigua máquina Olivetti y luego lo mandó por mail también a un par de direcciones seguras. Contó todo con lujo de detalles, con nombres y apellidos.
Faltaba sólo una información para concretar su plan y esta llegó una tarde de otoño. Sonó su celular y después de ver el número, atendió:
-Hola, Turco, ¿tenés el dato? Msi, conozco, a la vuelta de la fábrica de pastas, msi, ¿estas seguro? Bien, gracias negro, te debo una.
Entonces, con el dato en la mano, buscó en un cuaderno viejo de direcciones y volvió a utilizar su teléfono.
-¿Paco, sos vos? Habla D. no puedo explicarte nada ahora, necesito saber si tenés aún los fuegos artificiales esos que utilizabas hace años. Necesito una carga importante, como para un depósito, si...¿podrás conseguirme todo? Ok, pasaré por la Cantina algún día para brindar con vos, si todo sale bien.
Los días previos sintió que ellos lo habían descubierto. Fueron noches eternas, en las que cualquier ruido lo molestaba y lo hacía saltar de la cama. Le pareció verlos en los rincones, debajo de alguna piedra, pero nunca el tiempo suficiente como para corroborar que allí estuvieran.
El martes había comenzado con lluvia, pero luego se despejó y le permitió poner todo en su lugar. Después llamó a su conocido en el diario de mayor tirada y le dijo que en su mail había una información fehaciente del mayor robo de los últimos tiempos, lo mismo hizo con un canal de televisión y con la producción de un programa de radio.
Luego, inspiró profundamente, esperó a que no pasara nadie por el lugar y apretó el botón rojo.

FIN

viernes, marzo 27, 2009

Lo que el teléfono se llevó

El móvil de Hansel y Gretel por Hernán Casciari
Anoche le contaba a la Niña un cuento infantil muy famoso, el Hansel y Gretel de los hermanos Grimm. En el momento más tenebroso de la aventura los niños descubren que unos pájaros se han comido las estratégicas bolitas de pan, un sistema muy simple que los hermanitos habían ideado para regresar a casa. Hansel y Gretel se descubren solos en el bosque, perdidos, y comienza a anochecer. Mi hija me dice, justo en ese punto de clímax narrativo: "No importa. Que lo llamen al papá por el móvil".
Yo entonces pensé, por primera vez, que mi hija no tiene una noción de la vida ajena a la telefonía inalámbrica. Y al mismo tiempo descubrí qué espantosa resultaría la literatura —toda ella, en general— si el teléfono móvil hubiera existido siempre, como cree mi hija de cuatro años. Cuántos clásicos habrían perdido su nudo dramático, cuántas tramas hubieran muerto antes de nacer, y sobre todo qué fácil se habrían solucionado los intríngulis más célebres de las grandes historias de ficción.
Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica, en cualquiera que se le ocurra. Desde la Odisea hasta Pinocho, pasando por El viejo y el mar, Macbeth, El hombre de la esquina rosada o La familia de Pascual Duarte. No importa si el argumento es elevado o popular, no importa la época ni la geografía.
Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica que conozca al dedillo, con introducción, con nudo y con desenlace.
¿Ya está?
Muy bien. Ahora ponga un teléfono móvil en el bolsillo del protagonista. No un viejo aparato negro empotrado en una pared, sino un teléfono como los que existen hoy: con cobertura, con conexión a correo electrónico y chat, con saldo para enviar mensajes de texto y con la posibilidad de realizar llamadas internacionales cuatribanda.
¿Qué pasa con la historia elegida? ¿Funciona la trama como una seda, ahora que los personajes pueden llamarse desde cualquier sitio, ahora que tienen la opción de chatear, generar videoconferencias y enviarse mensajes de texto? ¿Verdad que no funciona un carajo?
La Niña, sin darse cuenta, me abrió anoche la puerta a una teoría espeluznante: la telefonía inalámbrica va a hacer añicos las nuevas historias que narremos, las convertirá en anécdotas tecnológicas de calidad menor.
Con un teléfono en las manos, por ejemplo, Penélope ya no espera con incertidumbre a que el guerrero Ulises regrese del combate.
Con un móvil en la canasta, Caperucita alerta a la abuela a tiempo y la llegada del leñador no es necesaria.
Con telefonito, el Coronel sí tiene quién le escriba algún mensaje, aunque fuese spam.
Y Tom Sawyer no se pierde en el Mississippi, gracias al servicio de localización de personas de Telefónica.
Y el chanchito de la casa de madera le avisa a su hermano que el lobo está yendo para allí. Y Gepetto recibe una alerta de la escuela, avisando que Pinocho no llegó por la mañana.
Un enorme porcentaje de las historias escritas (o cantadas, o representadas) en los veinte siglos que anteceden al actual, han tenido como principal fuente de conflicto la distancia, el desencuentro y la incomunicación. Han podido existir gracias a la ausencia de telefonía móvil.
Ninguna historia de amor, por ejemplo, habría sido trágica o complicada, si los amantes esquivos hubieran tenido un teléfono en el bolsillo de la camisa. La historia romántica por excelencia (Romeo y Julieta, de Shakespeare) basa toda su tensión dramática final en una incomunicación fortuita: la amante finge un suicidio, el enamorado la cree muerta y se mata, y entonces ella, al despertar, se suicida de verdad. (Perdón por el espoiler.)
Si Julieta hubiese tenido teléfono móvil, le habría escrito un mensajito de texto a Romeo en el capítulo seis:
M HGO LA MUERTA, PERO NO STOY MUERTA. NO T PRCUPES NI HGAS IDIOTCES. BSO.
Y todo el grandísimo problemón dramático de los capítulos siguientes se habría evaporado. Las últimas cuarenta páginas de la obra no tendrían gollete, no se hubieran escrito nunca, si en la Verona del siglo catorce hubiera existido la promoción "Banda ancha móvil" de Movistar.
Muchas obras importantes, además, habrían tenido que cambiar su nombre por otros más adecuados. La tecnología, por ejemplo, habría desterrado por completo la soledad en Aracataca y entonces la novela de García Márquez se llamaría 'Cien años sin conexión': narraría las aventuras de una familia en donde todos tienen el mismo nick (buendia23, a.buendia, aureliano_goodmornig) pero a nadie le funciona el messenger.
La famosa novela de James M. Cain —'El cartero llama dos veces'— escrita en 1934 y llevada más tarde al cine, se llamaría 'El gmail me duplica los correos entrantes' y versaría sobre un marido cornudo que descubre (leyendo el historial de chat de su esposa) el romance de la joven adúltera con un forastero de malvivir.
Samuel Beckett habría tenido que cambiar el nombre de su famosa tragicomedia en dos actos por un título más acorde a los avances técnicos. Por ejemplo, 'Godot tiene el teléfono apagado o está fuera del área de cobertura', la historia de dos hombres que esperan, en un páramo, la llegada de un tercero que no aparece nunca o que se quedó sin saldo.
En la obra 'El jotapegé de Dorian Grey', Oscar Wilde contaría la historia de un joven que se mantiene siempre lozano y sin arrugas, en virtud a un pacto con Adobe Photoshop, mientras que en la carpeta Images de su teléfono una foto de su rostro se pixela sin remedio, paulatinamente, hasta perder definición.
La bruja del clásico 'Blancanieves' no consultaría todas las noches al espejo sobre "quién es la mujer más bella del mundo", porque el coste por llamada del oráculo sería de 1,90€ la conexión y 0,60€ el minuto; se contentaría con preguntarlo una o dos veces al mes. Y al final se cansaría.
También nosotros nos cansaríamos, nos aburriríamos, con estas historias de solución automática. Todas las intrigas, los secretos y los destiempos de la literatura (los grandes obstáculos que siempre generaron las grandes tramas) fracasarían en la era de la telefonía móvil y del wifi.
Todo ese maravilloso cine romántico en el que, al final, el muchacho corre como loco por la ciudad, a contra reloj, porque su amada está a punto de tomar un avión, se soluciona hoy con un SMS de cuatro líneas.
Ya no hay ese apuro cursi, ese remordimiento, aquella explicación que nunca llega; no hay que detener a los aviones ni cruzar los mares. No hay que dejar bolitas de pan en el bosque para recordar el camino de regreso a casa.
La telefonía inalámbrica —vino a decirme anoche la Niña, sin querer— nos va a entorpecer las historias que contemos de ahora en adelante. Las hará más tristes, menos sosegadas, mucho más predecibles.
Y me pregunto, ¿no estará acaso ocurriendo lo mismo con la vida real, no estaremos privándonos de aventuras novelescas por culpa de la conexión permanente? ¿Alguno de nosotros, alguna vez, correrá desesperado al aeropuerto para decirle a la mujer que ama que no suba a ese avión, que la vida es aquí y ahora?
No. Le enviaremos un mensaje de texto lastimoso, un mensaje breve desde el sofá. Cuatro líneas con mayúsculas. Quizá le haremos una llamada perdida, y cruzaremos los dedos para que ella, la mujer amada, no tenga su telefonito en modo vibrador. ¿Para qué hacer el esfuerzo de vivir al borde de la aventura, si algo siempre nos va a interrumpir la incertidumbre? Una llamada a tiempo, un mensaje binario, una alarma.
Nuestro cielo ya está infectado de señales y secretos: cuidado que el duque está yendo allí para matarte, ojo que la manzana está envenenada, no vuelvo esta noche a casa porque he bebido, si le das un beso a la muchacha se despierta y te ama. Papá, ven a buscarnos que unos pájaros se han comido las migas de pan.
Nuestras tramas están perdiendo el brillo —las escritas, las vividas, incluso las imaginadas— porque nos hemos convertido en héroes perezosos.

lunes, marzo 23, 2009

Instantáneas


Viajábamos a Trenque Lauquen a jugar al hockey. Como fui la última en subir al auto, quedé atrás.

El viaje se presentaba tranquilo hasta que en Casbas la tormenta que parecía lejana nos alcanzó.

Los campos sedientos recibían el elixir de la vida, el olor a tierra mojada nos recordaba que hace mucho que no llueve por mis pagos.

Y las gotas de lluvia que se escurrían por la ventanilla me hipnotizaron. Estuve varios minutos observando esa carrera loca en donde unas pasaban a otras. Corrían todas en sentido horizontal.

Algunas se disolvían en el camino, otras se hacían más grandes al unirse y así cobraban un nuevo impulso.

Yo las miraba, casi podría decir que apostaba por alguna y la seguía hasta su último esfuerzo, todas en el mismo sentido, todas intentando llegar a ningún lado.

Así estuve, hasta que una de las chicas comentó:

-Esperemos que en Trenque Lauquen no llueva.

Gotas que van y vienen, lástima que vengan tan pocas ultimamente...

jueves, marzo 12, 2009

La Compañía - parte III

D. quería saber más, buscó entonces a la única persona que los había visto: el chico colorado.
Lo vio en la plaza, con una rama apuntando al cielo. Avanzó despacio, no quería asustarlo, necesitaba algunas respuestas.
-Hola, te traje este chocolate. ¿Querés?
-Bueno- dijo el chico. Se limpió la mano sucia en la remera y abrió el chocolate.- ¿Usted no quiere?
-No, come vos.-Sin rodeos preguntó lo que quería saber- ¿Cómo supiste de estos bichos, alguien te dijo o vos solo los descubriste? ¿Los ves solo acá o hay más? ¿Qué son?
-El que sabe todo es el señor Perutti, él me contó de estos bichos y cómo los hicieron. Son varios, trabajan en toda la ciudad, pero nadie los ve. Me dijo que les enseñaron a robar las facturas de la Compañía, solo esas, que las llevan a un lugar secreto y ahí las queman.
Yo hace tiempo que los veo, pero como no digo nada, hasta ahora no pasaron por casa. A lo del señor Perutti si fueron, le sacaron todo. Después vino la policía y se lo llevó preso, lo largaron a los pocos días pero después del incendio ya no volvió a su casa. Dicen que se volvió loco, pero yo le creo.
-Ajá, y a Perutti dónde lo encuentro...
-Por lo general anda por ahí en los bancos de la plaza o se lo ve sentado frente a la Iglesia. Ahora me tengo que ir, mi mamá me espera. Si lo ve, dígale que habló conmigo.
-Bueno gracias.- Dijo D. mientras observaba cómo el chico se iba en su bicicleta.-Ey!! ¿Cómo te llamás?
-¡Soy Toti!.
El próximo paso era entonces encontrar al tal Perutti. Toti no le había dejado ningún rasgo distintivo, de modo que D. tuvo que preguntarle a dos o tres tipos antes de dar con el indicado.
-Disculpe, ¿usted es Perutti?
-¿Eh, me conoce? ¿Quién es usted, quién lo manda?
-No se alarme, Toti me dijo que podría contestarme algunas preguntas que me tienen muy preocupado.
-¿Toti?
-Si, el chico colorado, que anda siempre en una bicicleta azul, de unos...
-Ah, si. Toti. ¿Qué quiere saber?
Perutti aparentaba unos 60 años. Su ropa mostraba un estado de abandono y su mano derecha no paraba de temblar. Miraba constantemente a los costados y cada tanto se tocaba el bolsillo de su camisa, como si allí guardara un tesoro invaluable.
-Que me cuente qué sabe de esos animalejos que se llevan las facturas de la Compañía.
El señor Perutti abrió sus ojos y apoyó su mano temblorosa en el hombro de D. En su cara se veía el espanto y el miedo. Acercó su boca al oído de D y le dijo casi en un susurro:
-Nos vigilan, todo el tiempo. Venga conmigo, lo llevaré a un lugar donde podamos hablar.
Caminaron varias cuadras, a D. le parecieron siglos los que transcurrieron desde que Perutti se levantó del banco de la plaza hasta que llegaron a una extraña puerta, a la que se accedía por una pasillo interminable. Cada dos pasos, Perutti se daba vuelta y miraba a su alrededor, se quedaba uno o dos minutos con la vista fija en un punto y luego continuaba su marcha.
-¿Llegamos?- preguntó D. extrañado.
-Espere un poco. Vigile el pasillo mientras busco la llave.
Sacó de su bolsillo una llave de esas que abren los cuartos en los hoteles nuevos, no parecía una llave propicia para ese lugar. Abrió la puerta con sigilo y manoteó a D hacia adentro. Cerro con llave y luego prendió la luz.
-¿Qué es esto?- dijo D. Era un cuarto pequeño, con una mesa en el medio, un sofá cama y algunos frascos en el piso. Lo extraño eran las paredes. Parecía de metal, como estar dentro de un gran microondas. No tenía agujeros por ningún lado. Un pequeño ventilador removía ese aire caliente y viciado.
-Aquí no pueden entrar. ¿Cómo supo de ellos?
-Empecé a investigar por el extravío de las boletas de la Compañía cuando Toti me mostró estos bichos. La verdad es que no entiendo nada. ¿De dónde salieron? ¿por qué lo hacen? ¿cómo sabe de ellos?
-Se de ellos porque los creé. Trabajé en la Compañía durante 15 años, en el departamento de investigaciones. Estudiábamos en ratones los efectos nocivos de los celulares. Hasta que un día vino un señor gordito, retacón y con una cara que jamás olvidaré. Casillas, ese es su apellido, o era, a esta altura no se qué fue de ellos.
-¿Y qué le dijo Casillas?
-Preguntó si era factible modificar genéticamente unos ratones con unas células que ellos proveerían. Que era el estudio más importante de la Compañía. Imagínese, por años había esperado hacer algo importante y me llegaba esto que no comprendía muy bien, pero que me iba a dar un ascenso en la Compañía y el futuro asegurado... Eso me hicieron creer, trabajamos duro mucho tiempo, hasta que estos bichos, mitad ratones, mitad hombres, salieron a la luz.
Perutti, hizo una pausa. Los recuerdos de esos días lo perturbaban, su mano derecha se movía sin parar, tanto que tuvo que meterla en el bolsillo para no tirar la lámpara que estaba arriba de la mesa.

Continuará...

miércoles, febrero 25, 2009

La Compañía - Parte II

Ratas con cara de humano que robaban las facturas de celular, era demasiado increíble como para darle crédito a las palabras del chico pero había algo en sus ojos, en su voz, como de terror y revelación que hicieron que D. no las descartara por completo.
Siguió con sus preguntas ese día y comprobó que eran muchas las personas perjudicadas por la Compañía.
Averiguó ante los organismos de Defensa del Consumidor cuáles eran sus derechos y si podía iniciar un reclamo colectivo. Pensaba sumar voluntades para no ser un hombre más del otro lado, peleando contra el gran molino de viento.
Una noche, mientras repasaba unos papeles en la cama, algo que recordó lo hizo sobresaltar.
La Compañía tenía un departamento de investigación, donde estudiaban el uso prolongado de las microondas. Los animales elegidos para esta serie de pruebas eran ratones. Luego se dijo que probaron con seres humanos, que les pagaban importantes sumas de dinero a aquellos "conejillos de indias". Mas tarde hasta se mencionó que utilizaban indigentes, pero esto fue rotundamente desmentido por la firma.
-¡Noo, no puede ser!, dijo D. riéndose de su propio pensamiento.
-Pero si hubiesen perfeccionado el mecanismo... si dentro de ese departamento hubo alguien que pensó a futuro en una forma oculta de aumentar las ganancias de la empresa... ¡Basta D.! Es hora de dormir, ya pienso pavadas.
Al día siguiente fue a trabajar como siempre pero una desinfección no programada hizo que saliera más temprano que de costumbre.
Decidió llevar las planillas y volver al barrio donde había iniciado su investigación, para convencer a los vecinos de sumarse a su iniciativa de reclamo.
Pasaban pocos minutos de la 1 de la tarde, el sol de enero golpeaba su cabeza, calentaba el asfalto y lo hacía empaparse de transpiración. En las veredas no había chicos jugando, tampoco señoras con sus quehaceres de limpieza.
Los autos estaban todos estacionados, ninguno transitaba en ese momento por la calle Hornos.
A lo lejos vio al cartero que, en bicicleta, repartía las cartas y facturas. Reconoció el logo de la Compañía en una de ellas y como quien divisa a su presa, se quedó inmóvil con la vista fija en la factura. Esta había quedado enganchada en el portón de una casa modesta, con un lindo jardín en su frente.
No lo vio llegar, no escuchó el ruido de su bicicleta pero si sintió el tirón en su remera y reconoció el mismo pelo colorado y esos ojos tristes.
-Preste atención, ahora salen...¡por ahí!- señaló el chico de la revelación.
-¿Dónde, no veo nada?- dijo D. mirando más al chico y su mano extendida que al lugar que le indicaba.
De una piedra dentro de un cantero en la vereda aparecieron cuatro o cinco animalitos que treparon con una habilidad increíble por el portón y ayudándose con sus manitos liberaron la factura del portón.
-¡Hey!- le salió gritarles.
En eso uno de ellos volteó y pudo ver su rostro humanoide, tal como lo había descripto el niño. Increible. Tenía cola y pelo como una rata grande pero sus patas delanteras terminaban en unas perfectas manitos humanas. Y su cara...D. no pudo describir luego con exactitud ese gesto, pero era como una mirada desafiante, pendenciera, casi burlona.
Desaparecieron con la factura por el mismo lugar por donde salieron.
Hasta allí fueron D. y el chico. Tras levantar la piedra solo encontraron un pequeño agujero. Cavaron un poco pero el agujero se transformaba en un túnel como el de las hormigas. Imposible saber a dónde dirigía.

CONTINUARÁ...

sábado, febrero 21, 2009

La Compañía

La teoría parecía bastante conspirativa, pero había comprobado cada una de las pistas y todas llevaban al mismo lugar.
El hombre al que llamaremos D. sabía que la Compañía se le vendría encima, que borrarían todas las pruebas y lo harían quedar como un tonto o un loco, de hecho, sabía que lo vigilaban, desde su último llamado hace un mes y medio, cuando logró vencer a la máquina, a la telefonista, al supervisor y pudo comunicarse con un gerente.
Nada logró con ese diálogo pero les hizo saber que ya no podrían seguir operando tan impunemente. ¿O si?
La historia había comenzado a escribirse tres meses antes, cuando no le llegó su factura de celular.
Los primeros días no le dio importancia pero cuando el retraso se hizo evidente, se comunicó con el *xxx para pedir el reenvío de su factura.
La máquina le tomó los datos de manera correcta y le aseguró en su mejor tono de asistente perfecta que en el transcurso de diez días le estaría llegando la tan mentada factura.
Seguía en sus asuntos cotidianos cuando en el día 8 de la comunicación descubrió con fastidio que le habían cortado el teléfono.
A partir de allí, lo que era un simple reclamo por la habilitación del celular se transformó en un descubrimiento asombroso. Algo que le demostró la magnitud de la Compañía y el cinismo más absoluto con el que operaba.
Primero reclamó igual que la vez anterior, con el *xxx. Al no obtener una solución intentó mediante la página de internet con el mismo resultado negativo.
Entonces comenzó a investigar entre sus vecinos y amigos, les hacía las mismas preguntas y en casi todos los casos obtenía la misma respuesta. Las facturas no llegaban, el enojo crecía pero todos aceptaban mansamente este atropello.
Hasta que en una de sus requisas se topó con un niño de unos 8 años, pecoso y algo tímido. Ya lo había visto antes, siempre de lejos, con la vista fija en él.
-Perdón nene, ¿te pisé?- dijo preocupado.
-No- respondió el chico con la cabeza gacha y sus ojos concentrados en un agujero de su remera.
-Bueno, mejor así- se apuró a decir D. mientras se encaminaba a la casa de la esquina.
-Ellos no le van a decir nada, no saben, nadie sabe- dijo el pecoso mirándolo de reojo.
D. frenó su marcha y se dio vuelta para mirar al chico, levantó sus hombros y frunció el ceño. Éste, al sentirse observado se ruborizó pero aún así se acercó a D.
-Nadie puede verlos, trabajan muy rápido y en grupo. Son muy chiquitos, parecen ratas o topos, pero no...si uno los observa bien tienen cara de humanos...
El niño había logrado captar la atención de D. quien ante semejante revelación no podía decir una palabra. Le hizo un gesto con la mano, como para que continuara su relato, pero el chico dudó, estaba asustado y decidió salir corriendo muy rápido y perderse al doblar la esquina.

CONTINUARÁ...

miércoles, febrero 11, 2009

Pequeñeces

La enana ya había almorzado cuando le pidió a marido sus dibujitos y un nesquik a lo que marido respondió:
-Después, ahora estoy viendo el noticiero.
-Pero yo estaba viendo antes que vos.- dijo la enana para reafirmar sus derechos sobre la caja cuadrada.
-Ahora ven los grandes, después podés ver vos todos los dibujitos que quieras.
-Primero las mujeres- soltó la chiquita con un aire de haber dicho uno de los diez mandamientos.
-...

lunes, febrero 02, 2009

Primer Round

Lo ví de lejos, me alegré de que caminara en mi dirección. Atrás quedaba otro más viejo, cansado, lleno de dudas.
Me inundó con su olor a nuevo, con su piel tersa, quise abrazarlo, decirle cuánto me alegraba saber que caminaríamos juntos un buen tiempo.
Con mi mejor sonrisa estiré mi mano para estrechar la suya. En ese instante noté algo en su mirada, un destello especial, como de burla.
En una acción rápida y certera me encajó una piña en la mandíbula que me hizo tambalear.
¿Así me daba la bienvenida? Y yo que le había dado mi voto de confianza...
Dudé unos instantes, me incorporé, acomodé mi pelo y lo invité a seguir por el mismo camino. No dijo nada, dejó su puño cerrado pero casi mecánicamente dio un paso, luego otro y así, sin darse cuenta se me puso a la par.
No se si me tranquiliza este comienzo, el 2009 se presentó con un golpe y me hizo mirarlo de reojo. Ya me estoy acostumbrando a estos principios con incertidumbre...

miércoles, enero 28, 2009

El mismo juego



Los años se le notan en su andar pesado, en su mirada tranquila, en su pelo encanecido. Ya no corre como antes pero sigue imponiendo respeto.


La busca con la mirada, están en el mismo lugar donde solían jugar durante horas cuando eran más jóvenes. La misma mesa, los mismos árboles.


Se encuentran, algo en una hace que la otra se ponga en guardia. Ninguna se mueve pero los ojos de ambas brillan.


El viento golpea sus caras, las hojas danzan levantándose del piso. Ellas esperan, saben lo que viene, se acuerdan.


Una flexión de rodillas de una hace que la otra amague hacia un lado y abandone la quietud. Hasta ahí. Otra vez a estudiarse.


Ahora un paso hacia adelante se transforma en la huída de la más vieja. Corre, gira alrededor de la mesa, parece que nada le duele, solo quiere esquivar los pasos de la otra que la persigue con una sonrisa.


Las dos se ríen, frenan, vuelven a correr y parecen no alcanzarse jamás, para no cortar ese juego que las une, que traspasa momentos y esquiva olvidos.


La perra termina el juego con la lengua afuera, cansada pero contenta, toma agua y se echa a la sombra.


La mujer acomoda su cabello, le acaricia la cabeza y entra en la casa con esa extraña sensación de alegría que brota de las pequeñas cosas, de esos instantes de paz que se logran cuando se encuentra la armonía en las cosas, en las personas o en los animales.


viernes, enero 09, 2009

El verano de tu vida


Es lindo estar de vacaciones, ver la cara de los chicos felices ante su primer chapuzón en el mar, disfrutar de unos mates de cara al horizonte, observar que la piel pierde ese tono verdoso del invierno para pasar a un tostado saludable.

Pero este verano he descubierto (en realidad es algo que ya sabía, pero claro, tenerlo en vivo y en directo choca más) que me da más fiaca seguirles los juegos a los chicos, que los kilitos de más ponen un cartel luminoso en mi cintura, que por más que salga del agua con esa sensación de Bo Derek, las miradas masculinas prefieren ver al tipo que están sacando los bañeros del mar, que los tarjeteros que hasta el año pasado me ofrecían tarjetas con descuento para ir a bailar al boliche, ya pasan de largo sin siquiera amagar con acercarse. En definitiva, que estoy más vieja, eso sin contar las canas cada vez más visibles.

Por dentro sigo teniendo esas ganas de disfrutar de la playa, de correr hasta llenarme de arena, de sentir la ola enorme que pasa por mi espalda y me golpea, mientras yo me sumerjo hasta tocar el fondo del mar.

Pero ya hay muchas cosas que me dan fiaca y aunque sigo manteniendo algunas, me da bronca que otras queden en el camino. Admiro esas personas que ya pasaron los 80 y mantienen las ganas de hacer cosas, y se ríen y gozan.

Crecemos, es inevitable, es lo lindo de la vida, pero que feo es dejar cosas en el camino. Intento juntarlas, guardarlas en mi mochila, pero ya no hay lugar, he ido metiendo otras cosas, más importantes en ella. Esas pequeñas cosas no entran, pero sigo, con la esperanza de que como la arena, algunas queden pegadas a mis piernas y me acompañen un tiempo más.

martes, diciembre 30, 2008

El viento y la arena..

El bolso está listo, las cosas de la playa todas guardadas en la mochila, las ansiedades de los chicos prolijamente sostenidas con un piolín, las ganas de reencontrarse con la familia sueltas por toda la casa, la tristeza de dejar al grandote solo por unos días está en nuestros bolsillos.
Los pasajes,
el celu,
los anteojos...
allá vamos!!

domingo, diciembre 21, 2008

Cosas por hacer




Se viene Navidad, que lindo, me encanta, pero como siempre tengo todo para hacer a último momento.


El arbolito está armado desde el 8, es que "hay" que armarlo en esa fecha y si hay que armarlo cumplo.


Es como las notas que me las piden para tal día, jamás me he demorado pero termino quemándome las pestañas el día anterior, hasta cualquier hora, con tal de terminar una nota que bien podría haber armado uno o dos días antes.


Cerca de Navidad está el cumple de la enana, pero primero pasar la fiesta del nacimiento del niño Jesus y luego pensar en tarjetitas, en cocinar tortas, panes y demases.


Entonces, siguiendo con el tema, solo tengo dos días para comprar los regalitos, pero no es lo único que tengo que hacer. Siempre se suma alguna nota de último momento, buscar tal o cual receta médica, hacer las compras, llevar y traer niños a casas de sus amiguitos. El lunes?? Si se pasa volando, por suerte queda el martes.


Buscar la planchita, necesario, terriblemente necesario para no pasar las fiestas como una refugiada de algún país del otro lado del mundo. ¿Cómo que tengo que grabar publicidades en la radio, justo hoy?? La tía quiere ir a la peluquería, se prepara para el miércoles, me pide que la lleve, por supuesto, cómo no la voy a llevar...


Puf, que tarde, qué comemos hoy?? Abriran los comercios el miércoles?? Alguno quedará, lo que no quedaran son los juguetes que mis hijos le pidieron a Papá Noel, entonces habrá que recorrer primero todas las jugueterías de la ciudad, ¿a mí me tocaba llevar el postre?? quién cuida a los chicos mientras yo salgo? bueno, sigamos, sí, encontré uno de ellos, ahora me falta el otro y no olvidarse de primos y ahijados, ellos también están en la lista...


Qué me pongo?? Pucha, la pollera que me iba a poner está sucia, la remera no se secó y todavía no hice el postre, los chicos se pelean, lloran y se pelean por quién se baña primero, los corro por toda la casa, apuren que tenemos que ir a comer. Falta poco para las 12!!!


Navidad, siii, tiempo de reflexión y tranquilidad, que bueno que a pesar de todo, me encanta la Navidad, el mantel decorado para la ocasión en composé con las servilletas, las copas del juego, muuucha comida fría y caliente, cositas ricas para picar después, la carita de los chicos con su "cuánto falta para las 12??", el paso relámpago de Papá Noel y entonces todos afuera para ver cómo los bajitos, linterna en mano, buscan por todo el jardín la bolsa de regalos, mientras afuera, algunos tiran petardos (no saben que se tiran el 31, no en Navidad??) y todos brindamos con Sidra, Champagne, Ananá Fizz, Coca Cola y todo lo que se encuentre!!


¡Feliz Navidad! A todos y cada uno de ustedes que me acompañó en este caos organizado, que les llegue la mística de esta fecha, que aprendamos de nuestros errores y miremos un poco más al que tenemos al lado.




jueves, diciembre 11, 2008

Un milagro de Navidad

María está apurada, las calles son una locura, hace calor y en veinte minutos solo ha avanzado tres cuadras. No puede retomar por otro camino, está atrapada en la fila de autos que como hormigas, van uno detrás del otro.
Habla por teléfono, mira el reloj cada veinte segundos y se impacienta con el llanto de su hija de 11 meses que tiene sueño y ganas de comer. Tiene que dejarla en casa de su madre para ir a trabajar, pero una protesta más adelante ha complicado el tránsito.

Doña Herminda se levantó temprano, quiere hacer una torta para el cumpleaños de su bisnieta. Desde que murió su marido tapa sus horas con el cariño que le brinda el resto de la familia.
Será una torta sencilla, la de claras que tanto les gusta a Josefina y a Leandrito. Todavía le dura el cansancio de ayer, cuando caminó por toda la ciudad para conseguir los regalos para el arbolito.
Pero ahora no es tiempo de quejarse, quiere terminar la torta para luego envolver los regalos como a ella le gusta. Con las tarjetitas con la cara de Papá Noel que usa todos los años.

María prueba con el chupete, luego con una mamadera fría y después con los juguetes que encuentra en el auto. Nada calma a Sofía. Abre la ventanilla, se abanica. Hace cálculos y sabe que otra vez llegará tarde, que su jefe le pondrá mala cara y que tendrá que quedarse después de hora.
Putea contra la movilización, maldice el haber tomado por ese camino y solo piensa en las vacaciones que se tomará con Sofi y Tomás. Por fin, luego de muchos años, podrán irse a Brasil unos diez días.Pasarán año nuevo allí y disfrutarán de esos días en familia que tanto necesitan.
Desabrocha el cinturón de seguridad de Sofi, le hará upa ni bien pase la siguiente calle.

Doña Herminda bate los huevos, enmanteca el bol y prende el horno. Sus manos se mueven ágiles en la cocina, el único lugar donde mantienen esta rapidez. Busca la harina por todos lados y después de mucho revolver encuentra solo un fondito. Eso no bastará para terminar la torta.
Contrariada, mira el reloj, se quita el delantal de cocina y busca su monedero. Ruega porque esta vez el almacén de la otra cuadra haya abierto temprano.

María ve con alivio que el tránsito se despeja. Los autos que tiene por delante aceleran para ingresar en la Avenida. El semáforo está por cortar, es de esos eternos que tienen luz para todos lados.
Aprieta el acelerador, cree que va a lograr pasar, que si no pasa nada raro, no llegará tan tarde a su trabajo y podrá dedicarse a armar el arbolito esta noche.

Herminda busca en su bolsillo el monedero. Duda si tiene suficiente plata para comprar, ya que salió, una leche y el azucar impalpable.
Mira el semáforo y sabe que pronto le dará paso, debe apurarse porque enseguida cambia y si queda a mitad de camino los autos la obligarán a correr, algo que no puede hacer.

María ya está por cruzar, el semáforo se pone en amarillo, puede hacerlo. Sofi intenta atrapar el juguete que se le cae de las manos y en ese instante su madre se da cuenta de que no está atada.
La ataja con su mano, gira la cabeza hacia ella para acomodarla.
El golpe es seco y en un segundo su auto está dando tumbos. Cuando frena, ve la sillita de su hija vacía. No puede moverse y no le sale gritar.

Herminda contaba tres, cuatro pesos en su monedero cuando el ruido la sobresalta y como en una película de acción ve venir volando hacia ella un auto. La va a aplastar. Se cubre la cara con sus brazos y se acurruca, no atina a otra cosa.
El auto le pasa rasando, algo cae sobre ella, la voltea y la deja tendida en el piso.

María logra salir de su auto destruído. Busca desesperada en el asiento de atrás. No escucha nada, no ve a Sofi. Revuelve, la llama, grita, ahora si, grita con todas sus fuerzas.
Herminda siente el calor y el llanto que vienen de ese bulto que tiene encima. Se sienta, no puede pararse sin ayuda, pero descubre a una bebita ensangrentada que llora sin parar.
María corre a su encuentro, la abraza. Todavía no entiende qué pasó, cómo en un segundo pasó de estar manejando a estar dando vueltas por el aire y sintiendo tan cerca el fin de su vida.
Herminda es levantada por el almacenero y le señala a María el pozo inmenso que su auto se tragó. Una obra del municipio que se transformó en una trampa mortal cuando algún vivo quitó en la madrugada las barreras de seguridad.
Nadie entiende cómo de ese auto salió María caminando sin un rasguño, cómo Sofi salió despedida y cayó encima de Herminda, lo que amortiguó el golpe. No tiene grandes heridas, solo una en la frente que pronto curarán.
Herminda no sabe cómo fue capaz de atajar eso que se le vino encima, cómo sus brazos reaccionaron antes de que ella se diera cuenta.
María y Herminda se abrazan, ese pudo ser el último día de sus vidas. Algo más profundo las salvó, no se conocen y sin embargo sienten una paz en medio del caos, un fuego que las enciende.
María toma las manos de Herminda, las besa y antes de irse con la ambulancia, con Sofi, le dice: "Gracias. Feliz navidad"...

jueves, noviembre 27, 2008

De acordes y melodías

Hoy simplemente quiero compartir con ustedes una canción. Cuando la rutina hace lo propio, cuando las palabras faltan y nuevas historias juegan a las escondidas, es bueno recurrir a la música.
Hay canciones que emocionan, que nos hacen saltar de alegría, que nos transportan a un momento determinado de nuestra vida.
Otras simplemente tienen un ritmo pegadizo y las cantamos aún sin quererlo. No me gusta nada, pero nada la música de Pimpinela, pero ultimamente estoy cantando todo el día Te extraño tanto, de su última placa.
Siento Heaven de Bryan Adams y me produce muchísima calma, descubro por la calle la música de Fito Paez, con su Fue amor y me acuerdo de los recitales.
En fin, hoy, con la página en blanco, descubrí una melodía conocida pero cantada por dos personas talentosas. Me lleva al tiempo navideño que está por venir...
Por eso, les dejo Va Pensiero, por Zucchero y Sinead O´Connor. Que la disfruten.

miércoles, noviembre 19, 2008

Como en un cuento (actualizado a pedido de Duda)

Nos conocimos un día de fiesta, los dos vestidos para la ocasión. Nos pusimos de novios en una Buenos Aires enorme, llena de lugares por recorrer.



Soñamos con un lugar tranquilo para vivir y terminamos en su pueblo.



Hablamos de varios hijos y llegaron dos, el Peque, creado a su imagen y semejanza y la Enana, toda una princesa y con un carácter para temer.



No es alto, de hecho, trato de no usar tacos altos para no pasarlo. No es del tipo "modelo" pero tiene lo suyo.



Con varios contra que le llegan desde la cuna, ha sabido realzar sus pro.



No es un príncipe azul, pero cuando llega a casa con su cansancio a cuestas y pasa el umbral de la puerta, en la familia es nuestro rey.

lunes, noviembre 10, 2008

Meme

El amigo Zorgin, gentilemente me pasó esta meme y aquí estoy haciéndome eco de su pedido... qué? Bueno, que voy a contestar aunque opto por no cumplir con el punto 4, tan particular, donde hay que encajarle el fardo a otro. Quien se prenda en la cadena, podrá participar y/o seguirla en su blog.
1)enlazar a la persona que nos invita (algo así como hacerle saber que hicimos la cadena???)
2)enumerar 6 cosas que nos hagan felices (podemos saltear sexo, hijos, herencias y cosas que se saben que nos hacen felices)
3)hacer constar las reglas (aquí están, estas son)
4)elegir a 6 personas que pensemos que no van a cortar la cadena (ups, Zorgin, jeje)
5)hacérselos saber feacientemente en su blog (bueno, ya saben, si quieren...)

Las cosas que elijo son (música de tambores y trompetas):
1) Escuchar música, cantarla, tararearla y porqué no imaginarla.
2) Disfrutar de una comida entre amigas.
3) Leer un buen libro, de esos que te atrapan y te sacan horas de sueño.
4) Jugar un buen partido, sea del deporte que sea.
5) Volver a mi casa, con esto quiero mencionar a mi casa en Mar del Plata, la de la infancia y a la actual.
6) Fabricar algo a base de cartón, cinta, plástico, etc, y que sea un excelente juguete para los chicos. Ups, ya los nombré, y bueno, no puedo dejar de tenerlos en mis alegrías cotidianas, ver su sonrisa, sus abrazos, sus juegos.
7) Navegar con la ciudad allá chiquita en el horizonte.
8) Trepar alto alto en un árbol lleno de cerezas.
Y más, muchos más, me encanta ser felíz con las pequeñas cosas...

miércoles, noviembre 05, 2008

Esperando a la musa


Desde que retomé la costumbre de escribir cuentos he notado que es como un ejercicio, cuanto más escribo, mejor salen.

Otros los leen, dicen que les gustan y todos me incitan a comenzar una novela. Pero, además de no tener tiempo para sentarme todos los días y que las páginas se llenen de letras, siento que no tengo en mi cabeza esa historia que me permita desarrollarla más allá de las veinte páginas.

Pintar personajes, escenarios, dramas y suspensos. No es fácil. Me dicen que lo intente, que yo puedo. Algunas veces un personaje me asalta en mi cabeza, comienza a dialogar con otros, se enoja, llora, pega portazos, vuelve por un abrazo, pero después desaparece antes de que pueda plasmarlo en el papel.

Me impaciento (otra vez el tema de la paciencia), pero la historia no llega. La fiaca que me acompaña desde la cuna y cierta pereza mental hacen que no la busque demasiado.

En el medio, la casa, los chicos y sus cosas, los trabajos y los horarios. Se que cuando pase la primera página todo irá tomando forma.

Mientras tanto, escribo la continuación de una historia que terminé hace poquito. Será que no puedo imaginar dos historias al mismo tiempo?? Bueno, dejemos que las palabras fluyan, que se cierre este cuento para comenzar otro.

miércoles, octubre 29, 2008

Mientras cae la arena del reloj

Soy muy paciente, pero existen ciertas cosas que me generan incertidumbre. Me he dado cuenta que con las cosas que me gustan soy de lo más ansiosa. Quiero que llegue el día YA!
Y cuando llega, pasa tan rápido que enseguida estoy esperando el próximo, es ahí donde me descubro impaciente y busco mi paciencia hasta debajo del sillón. Cuando la encuentro le ato una cuerdita al pie para que no se me escape. Pero hay veces que se esconde tan bien que me deja con estas ganas de conocer qué va a pasar mañana.
Puedo esperar años por un objetivo, pero también me descubro impaciente hasta en los sueños.
Ustedes, por qué cosas no pueden esperar??

jueves, octubre 23, 2008

La inseguridad de hoy



Me acuerdo de la frase "Combata el hambre y la pobreza, cómase un pobre" y la asocio con la vieja idea de bajar la imputabilidad de los menores a 13 o 14 años.


Optemos por la salida más fácil, meterlos a todos en la cárcel. Pero, qué pasa con los menores de esa edad?? No se termina con la inseguridad por meter en la cárcel chicos de 13 años, que luego serán criminales de por vida, que verán cosas en la cárcel que los marcará para siempre. Si no las ven en la calle?? No siempre, no todos están perdidos.


Debe funcionar un organismo intermedio que les de la posibilidad de recuperarse, no es la solución mágica. Para empezar los chicos deberían estar más tiempo en familia, deberían ir al colegio, deberían asegurarse su etapa de niñez sin tener que interrumpirla para trabajar, deberían tener igualdad de oportunidades, pero no, falta mucho todavía por hacer...


Qué pasa con esos chicos a los que todo les da lo mismo, que empuñan un arma y salen jugados a lograr unos mangos, por lo general para seguir drogándose, pocas veces para llevar algo de plata a la casa. Les da igual matar o morir, no vislumbran un futuro, no tienen un presente y mejor olvidar el pasado.


Realmente se soluciona algo metiéndolos en unas cárceles superpobladas, escuela de malvivientes??


Por qué el gobierno no se pregunta qué está pasando que cada vez hay más chicos delincuentes?? Es más fácil hablar de la inseguridad y utilizar soluciones facilistas para tapar el problema con el dedo índice.


Parece que el problema de fondo les molesta, no es conveniente tocar.


En fin, que comiéndonos a los pobres no solucionamos el problema.

lunes, octubre 13, 2008

Arriba las manos

Y si, dicen que somos el cuarto poder, que todo pasa por los medios, que creamos, que destruímos, que afanamos.

Viendo esta foto, no pude más que reírme de mi asalto a la entrevistada.

miércoles, octubre 08, 2008

Desperate Housewives




Queridas amigas, dedico mi espacio a reflexionar sobre las tareas que nos competen. Para algunas, significan un verdadero flagelo, para otras una terapia. También estamos las que las hacemos porque no nos queda otra, para no vivir en la mugre o alimentadas solo por comida basura.


Pero si me dan a elegir, prefiero leer un libro antes que limpiar, hacer deportes a colgar ropa, tomar un helado a tener que planchar.


Y no soporto que venga un inspector de zócalos a decirme que del techo cuelga una tela de araña o que los vidrios están sucios mecachendié!!!!


Además de tener dos trabajos, ocuparme de dos niños demandantes y de sus horarios, de arreglar todo cuanto se rompe en la casa, mantener el jardín en condiciones, el auto funcionando y muchas cosas más...no pretendan que mi casa brille porque los corro con el martillo bolita de Duda!!!


Ustedes, queridas amigas, cuánto tiempo le dedican al hogar?? Amigos, en qué cosas colaboran para mantener la armonía??

miércoles, octubre 01, 2008

Había una vez...


Me gusta mirar mi biblioteca y que un libro me llame, si, no estoy loca, se trata de buscar entre los que no he leído y sacar el más atractivo. No es un método infalible, suelo equivocarme, a veces por orgullo termino el libro, otras, prefiero abandonarlo a las pocas páginas (por suerte esto no pasa seguido).


Hay algunos que me atrapan ni bien los abro, en otros debo sortear el prólogo escrito por alguna persona muy aburrida (que uno no entiende porqué el autor u editor le confió semejante tarea). También están los que tienen un comienzo pesado y llegando a la mitad del mismo, se vuelven atractivos, los personajes juegan sus mejores cartas y se encaminan hacia un final atrapante. Son pocos los que, en una trama interesante, dejan un final para el olvido.


Cuáles son los que más me gustan? Aquellos que quiero seguir leyendo a pesar del sueño, de la falta de tiempo, los que he leído en un ascensor, caminando por la calle, en la cola de un banco o cocinando.



No soy de releer muchos libros, me encantó por ejemplo "Los hermanos Karamazof" pero me daría una fiaca terrible empezarlo otra vez.


Ojalá mis hijos aprendan y disfruten del placer de la lectura, que un día se paren ante la biblioteca y después de mirar un rato, tomen un libro de esos que parecían intocables (si, soy muy hincha pelotas con que a los dos años y medio me saquen los libros para hacer una casita!!!) y lo lean.




sábado, septiembre 27, 2008

Llueve otra vez

"Llueve otra vez
detrás de mis frontales
entre oreja y oreja
nubes bajas oscuras como cejas
se disfrazan de fieros animales
de fieros animales"

Me gusta la lluvia, verla caer desde mi casa. Si es suave, se nota cómo hace cambiar el color de la tierra, cómo reviven las plantas. Si viene acompañada de fuertes vientos (como en lo de Zorgin), me gusta estar en un lugar seguro hasta que pase.
La lluvia hace que el ciclo de la vida se renueve (puaj, que canal estoy viendo??)... la lluvia hace que los chicos se impacienten, se peleen entre sí y se aburran de estar adentro.
El piso queda hecho un desastre, la ropa no se seca y la humedad brota por todos lados.
Aún así, me gusta la lluvia. Tengo la imagen grabada en mi memoria de un lugar con un amplio ventanal, el calor del hogar, un sillón cómodo y un buen libro. Ah, me olvidaba, un café acompaña esa lectura.

viernes, septiembre 19, 2008

De aquellos días

Las colas de los vestidos de novias no son siempre resueltas de la mejor manera por las modistas. Pueden ser espléndidas, desplegadas en su paso por el pasillo principal de la iglesia, pero a la hora del baile, se zafan, se caen y generalmente se pisan.

Me acordé cuandó vi esta foto de mi casamiento.

Las modistas habían resuelto el problema con una simple costura hacia arriba, pero claro, ellas no bailan, no son el centro de la fiesta. La cola al primer trencito cedió y se abrió. ¡Qué problema! ¿Y ahora qué hacemos?? Cosemos por aca, levantamos por allá, mmmmno, puede ser que... en fin, hacele un nudo grandote y listo, mientras quede cómoda para bailar...

jueves, septiembre 11, 2008

Instantaneas

No suelo leer la Biblia, lo hice en su momento, pero hace mucho que no la leo. Pero al pasar por este lugar, no pude sino imaginarme a Moisés cruzando el Mar Rojo.



domingo, septiembre 07, 2008

Click!

-Mami, que es el interior?? - preguntó el peque mientras yo cocinaba.

-Depende, puede ser el interior del país, o el interior de alguna cosa, vos sobre qué queres saber?

-Porque en "Chowder" decían: "La fuerza está en tu interior"...

-Ajam, bueh, en ese caso....




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-Peque, no te comas esos chupetines que están guardados ahí hace un montón.

-Pero yo quiero comerlos!!

-Si los comés y están feos te moris - dije yo apelando al viejo truco del susto mórbido.

-No, pero están bien, fijate, huelen bien...-lanzó el peque mientras se comía uno.

-Mami, si me muero no pasa nada no?? repitió como tres veces la enana que había presenciado la escena, mientras le sacaba el envoltorio a su chupetín.

martes, septiembre 02, 2008

Cómo la ves?


Muchas veces escuchamos eso del vaso medio lleno o medio vacío, de la vida gris o multicolor, de buenos para unos y malos para otros.

La realidad no es una sola, depende del cristal con que se mire.

Pero hay algo que permanece mas allá de cualquier color, mas profundo que el pozo mas hondo y a la vez tan cambiante que no sabemos a ciencia cierta qué va a pasar mañana...

Solo me basta mirar sus ojos y que los suyos se encuentren con los míos, o que juntos miremos el horizonte...

viernes, agosto 22, 2008

Negrita...que horror!!


Mi abuela era un personaje único, su sonrisa contagiaba en cada casa en donde estaba. Sus mesas bien puestas, su facilidad para adaptarse a todos los lugares y situaciones, su carácter, todo esta en mi memoria.

Vivió toda su vida en el corazón de barrio Norte y le encantaba ir con "las chicas" a la Biela. Pero también se prendía un jueves a las 12 de la noche para ir a ver a Dolina u organizaba con algun pariente para ver a su nieto tocar la guitarra en el Paseo La Plaza, todo con ochenta y tantos encima.

Pero como toda señora bien, tenía algunos prejuicios que no le pudimos sacar:

Tomar mate?? qué asco, que falta de higiene, decía.

Por mucho tiempo la Capital terminó para ella en la General Paz, bueno en realidad, mucho antes terminaba en Belgrano....

Los chicos eran mas lindos si tenían ojos claros, pelo rubio y una inteligencia suprema.

Algo así dejó ver cuando nació mi madre, la cuarta hermana que llegaba al mundo por una de esas casualidades en Corrientes (mi abuelo era militar y estaba destinado al Chaco por aquel entonces). Sus tres hermanos anteriores parecían salidos de los países bajos, rubios y de ojos claros.

Y llegó ella, morochita, ojos marrones, claro, no era linda, era simpática. En su album de bebé, donde relata todas las personas de doble apellido que la fueron a ver cuando nació, los regalos que le hicieron y sus primeros cumpleaños, también dejó reflejado ese prurito contra la gente oscura.

Relataba cómo habian procedido a rapar presurosamente ese pelo negro que asomaba de la cabeza de mi vieja y contaba que no era como sus hermanos. Claro que despues vino una quinta hija, también morocha y aquella distinta dejó de ser "la adoptada", para las bromas de sus hermanos.

La recuerdo a mi abuela en sus cuentos, sus idas a la playa, sus cremas de mil tamaños y formas, sus ritos para pintarse y cambiarse, por tener a su familia siempre presente, dispuesta a defenderla a capa y espada.

Pero también la recuerdo con una sonrisa por sus posiciones políticas tajantes o su trato con los "empleados".

Bababa no era perfecta, era humana, pero brilló con una luz que hoy en día es dificil de apagar, sus destellos nos iluminan día a día y la reconocemos en algún gesto de nuestros hijos, en sus fotos y recuerdos.

Se fue, se la extraña, el mundo es menos divertido sin ella.


martes, agosto 12, 2008

Volver


Yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos...




Siempre estoy volviendo al bosque, a la casa de mis viejos, esa casa en la que crecí, esos árboles que tanto trepé y esas calles que me cansé de recorrer en bicicleta.


El bosque está cambiado, mas moderno, menos agreste, mas ajeno. Pero los olores a aromo florecido son los mismos y me transportan de la misma manera a mi infancia.


El sonido de las copas de los árboles moviendose al ritmo de una extraña danza...


Y ella, con su mirada triste, con las canas que asoman por su cara. Ella me reconoce, el tiempo transcurre pero no olvida, me sigue con la mirada, ya no se mueve como antes.


Está en el mismo lugar y sin embargo no es la misma.




El paso del tiempo se nota en las paredes humedecidas, en el bosque raleado, en las caras nuevas.


Vuelvo a mi hogar, a mi cama, a mi baño, pero vuelvo sin volver, es tan solo un aspirar recuerdos, coleccionar momentos y sumar nuevos, esos que viven ellos, los que recién descubren la escalera, los que se asustan con las bauleras oscuras y los que imaginan aventuras en un bosque enorme, lleno de misterios.


Sumo sensaciones, me colmo de calor de hogar, de mates familiares y canciones compartidas.


Es tiempo del regreso y lo bueno es que siempre se puede volver.

lunes, julio 28, 2008

Vacaciones de invierno


Los chicos comenzaron sus vacaciones. La enana me acompañó a hockey (se portó como una lady) y el peque se fue a la casa de un amigo del jardin.

En un pueblo chico no hay muchas opciones cuando el tiempo está feo (como ahora) así que hay que agudizar el ingenio.

Mañana iremos a la bibliotequita infantil, donde hay unos libros lindísimos y también juegos de mesa.

Si puedo el miércoles me ayudarán a hacer pancitos caseros, nada mas terapéutico que la masa.

Jueves y viernes, lo que pinte...

Ellos disfrutan de su tiempo libre, el levantarse mas tarde, el quedarse a almorzar con sus padres y la cercanía de un viaje que los llena de ilusiones.

La semana que viene partimos a Mardel, allí se encontrarán con sus primos y tendrán una buena cuota de abuelos y tíos.

Me encantan las vacaciones, siempre me gustaron...

martes, julio 22, 2008

Que lo tiró!


La pucha que uno se encariña con esos bichos, mas si el principal interesado es un niño de cinco años.

Solo estuvo con nosotros cinco días, lo suficiente para encariñarnos, para imaginarlo grande y compañero.

Pero lo que mas me duele no es el puto auto que lo pisó, sino las lágrimas del peque, esas que brotaron sin freno y que lo dejaron acongojado.

Ni siquiera la noticia de que lo habíamos llevado al veterinario y luego a lo de su mamá para que lo cuide logró calmarlo.

Ahora estamos en campaña para conseguir otro, no se si será tan lindo como este, pero el peque se lo merece...

jueves, julio 17, 2008

Hay que tenerlos bien puestos



Clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap!!!

sábado, julio 12, 2008

Te animas??


Ya había tenido que bailar el pericón, no es que no me guste bailar con mi hijo, pero el protagonismo no es lo mío. Estuvo lindo, pero ahora me sorprendieron con otra cosa.

Las madres de los chiquitos del jardín deben organizar una recreación (llámese obra de teatro, de títeres, canciones, etc, que hacen para que las señoritas no trabajen tanto y los niños se entretengan) una vez por mes.

Este mes le toca a las mamis del maternal (o sea a mí), y claro, no todas se prenden, no todas colaboran, algunas se hacen las desentendidas, interponen su timidez a hacer algo por sus hijos.

So, el viernes llego al jardín y cuando se abre la puerta de la salita, me ataja una de las madres (que confabulaba con la señorita) y me dice:

-y vos no queres participar de la recreación??

-si claro. Dije yo sabiendo que con los ensayos que se vienen me voy a perder todos los entrenamientos de hockey...

-Tenemos pensado hacer de Hi-5, viste que a los chicos les encanta. Dijo la madre toda entusiasmada.

-Si, yo me se todas las canciones. Dije imaginando mis bailes carentes de gracia sobre el escenario.

-Bueno, entonces te contamos?? preguntó con aire inquisitivo.

-Si no hay problema. Contesté.

Salí de ahí pensando en por qué me meto en estas cosas, a mí que no me gusta el escenario, que no me gustan las reuniones de madres pelotudas del colegio, en fin...

Todo sea por los chicos...

viernes, junio 27, 2008

Ganas de ...

Ella está ahí en el rincón, me seduce con sus curvas, me invita a que la toque.
Yo me mantengo alejada, conozco su fragilidad pero también me atrae su magia, se que si mis dedos torpes la rozan ya no será igual.
Ella me habla de todos aquellos poetas que a mi me gustan y me lanza un desafío: dale, vení!
Pero no, no quiero arruinar ese momento, primero tengo que aprender y despues sí tomarla con seguridad.
Mientras tanto, dejo que otros toquen aquello que a mí me gusta...



No se quién es el muchacho, pero la canción es Llueve otra Vez, de Silvio Rodríguez.

martes, junio 17, 2008

Mi sombra

Mi sombra se detuvo, como queriendo no abandonar el lugar. Yo di dos pasos y ella nada.
Miré como ordenándole avanzar, pero no, seguía ahí.
Quise seguir sin ella, pero me dio miedo caminar sin su abrigo, entonces volví.
Me paré sobre ella y reaccionó, tomó mi forma otra vez, caminábamos acompazadas hasta llegar a la puerta.
Ahí se despegó por segunda vez y su mano me dijo "No". Le expliqué que tenía que hacer muchas cosas, ir aquí y allá, visitar a esta y aquella, llevar a uno y a otro.
Asentía con la cabeza pero despues señalaba cual E.T. hacia ese lugar apacible y mágico. Le gustaba estar allí, se sentía cobijada, querida, acompañada.
Entonces comprendí que tenía razón, tomé su mano y juntas nos sentamos frente al monitor...

miércoles, junio 04, 2008

Mimos para el alma


Surgió de gustos en común, de un sueño por realizar.

Siguió con una iniciativa desinteresada y las ganas de compartir.

En el medio, el tiempo que hizo que aquello que se veía lejos en el horizonte, se fuese acercando despacito.

Un día común, entre papeles y personas, llegó el sobre que armado de coraje cruzó el océano.

Y un alma se sintió reconortada, por esa acción de una persona tierna y querible que acercó a este lado del mundo a una ciudad mágica y misteriosa.


Gracias Luisa!!! Praga y Jaén están mas cerca!!

jueves, mayo 22, 2008

Alas


Hoy es uno de esos días en los que me gustaría tener alas. Para poder viajar en aquella dirección, juntarme con amigos y con parte de la familia, ver las luces de la city y respirar otros aires, o tal vez, mirar hacia ese otro lado y disfrutar de una caminata por la playa, de la comida casera y de una cerveza entre hermanos.

Y aprovechar las alas para hacer vuelos rasantes por mis pagos, para cargar los pulmones con el aire puro y descubrir como encajan los cuadrados sembrados como piezas de ajedrez.

Pero siempre al caer la noche, volver al nido.

lunes, mayo 12, 2008

Para completar el anterior

Lo pidió Vic y aquí está. La enana recitando su verso, lástima que no puedan ver los ademanes...

miércoles, mayo 07, 2008

Oh jureemos con gloria morir

La enana estaba contenta, comenzó cantando la canción de Pucca, pero luego se entusiasmó con declamar su verso favorito.

Y dijo:


En el cielo (brazos al cielo) las estrellas...


En el campo (brazos y manitos hacia adelante, como tecleando) las espigas...


Y en el medio de mi pecho (manitos juntas hacia el pecho)...


La re puta ARGENTINA!!!

sábado, mayo 03, 2008

Nos enseñan

Hace unos días, leyendo un libro de Galeano me topé con esto. En ese momento recordé unas cuantas mas, pero ahora me las olvidé.
Ustedes, se acuerdan que otras verdades nos enseñan las publicidades??

La palabra y la publicidad
Hoy por hoy, la publicidad tiene a su cargo el diccionario del lenguaje universal. Si ella, la publicidad, fuera Pinocho, su nariz daría varias vueltas al mundo.
"Busque la verdad": la verdad está en la cerveza Heineken. "Usted debe apreciar la autenticidad en todas sus formas": la autenticidad humea en los cigarrillos Winston. Los zapatos deportivos Converse son solidarios y la nueva cámara de Canon se llama Rebelde: "Para que usted muestre de qué es capaz". En el nuevo universo de la computación, la empresa Oracle proclama la revolución: "La revolución está en nuestro destino". Microsoft invita al heroísmo: "Podemos ser héroes". Apple propone la libertad: "Piense diferente". Comiendo hamburguesas Burger King, usted puede manifestar su inconformismo: "A veces hay que romper las reglas". Contra la inhibición, Kodak, que "fotografía sin límites". La respuesta está en las tarjetas de crédito Diner's: "La respuesta correcta en cualquier idioma". Las tarjetas Visa afirman la personalidad: "Yo puedo". Los automóviles Rover permiten que "usted exprese su potencia" y la empresa Ford quisiera que "la vida estuviera tan bien hecha" como su último modelo. No hay mejor amiga de la naturaleza que la empresa petrolera Shell: "Nuestra prioridad es la protección del medio ambiente". Los perfumes Givenchy brindan eternidad; los perfumes Dior, evasión; los pañuelos Hermés, sueños y leyendas. ¿Quién no sabe que la chispa de la vida enciende a quien bebe Coca-Cola? Si quiere usted saber, fotocopias Xerox, "para compartir el conocimiento". Contra la duda, los antisudorales Gillette: "Para estar seguro de ti mismo".
Eduardo Galeano

"La perfección tiene su precio" dice Stella Artois

"Nada", indica John Foos

O la publicidad de Serenito, que enseña cómo salir corriendo despues de mandarse una cagada, sin hacerse responsable... (en fin..)